Tras la ola de disturbios desencadenados en Francia luego del asesinato a tiros de un joven de 17 años por un policía, durante la sexta jornada se produjeron ataques vandálicos e incendiarios en todo el país contra edificios públicos, automóviles y contenedores municipales de basura.
En detalle, 157 fueron los detenidos durante la sexta noche de protestas, según información del Ministerio del Interior de Francia, las que se enmarcan en un total de 3.354 desde el pasado 27 de junio. Asimismo, 297 vehículos fueron incendiados durante los disturbios en todo el país.
Paralelamente, un bombero falleció debido a un ataque al corazón cuando respondía a un incendio en un garage subterráneo que se propagó hasta el edificio de departamentos superior, según comunicó la policía de París. La causa del fuego se encuentra en investigación.
Cerca de 45.000 agentes se desplegaron en todo el país para hacer frente a la violencia debido al descontento por la discriminación contra personas con raíces en las antiguas colonias francesas y que residen en vecindario de bajos ingresos. Nahel, joven asesinado a tiros el pasado martes, era de origen argelino.
Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, culpó de responsabilidad a los medios sociales por la expansión de los disturbios y pidió a las familias que se responsabilicen por sus hijos. En la misma línea, el ministro de Justicia, Eric Dupond-Moretti, señaló a la radio France Inter que los padres que deleguen responsabilidad “por desinterés o de forma deliberada” serían procesados.
El alcalde de L’Hay-les-Roses, Vincent Jeanbrun, quien sufrió el impacto de su casa con un vehículo en llamas durante la noche del sábado, acusó al gobierno de hacer demasiado poco y demasiado tarde; además, señaló que culpar a los medios sociales y a los padres era tapar un problema mayor.
“Los ingredientes básicos siguen allí. Hace años que todo el verano estallan explosivos que impiden dormir a la gente, la vuelven loca (…) Verano tras verano estamos impotentes”, señaló a BFM.
