La victoria 1-0 de Universidad de Chile sobre Santiago Wanderers de este fin de semana estuvo marcada por el incidente de Mauricio Pinilla con un reportero gráfico. Luego de sacar un centro, el atacante tropezó con el fotógrafo y, molesto por la situación, tomó su instrumento y lo arrojó al suelo.
Horas más tarde, “Pinigol” decidió utilizar su cuenta de Twitter para invitar al profesional a solucionar el problema en el Centro Deportivo Azul. Y efectivamente la reunión se llevó a cabo esta mañana en el CDA. Allí estuvieron el jugador, el fotógrafo, el editor de Deportes de La Cuarta (diario donde se desempeña el reportero gráfico), y algunos dirigentes de la U.
Y tras varios minutos conversando, según consigna CDF Noticias, no hubo acuerdo. Pinilla se negó a pagar los cerca de $8 millones que cuesta la cámara destrozada. De hecho, señaló que no se rompió cuando la arrojó al suelo, sino que se malogró producto del choque con el profesional.
La respuesta molestó a los integrantes del medio y exigieron el pago de sus implementos. El artillero azul les avisó que él no lo hará y espera que si alguien cancela, sea el club.
En la institución tampoco pretenden pagar. De hecho esperan convencer al jugador de que lo haga, por lo que el acuerdo está lejos de concretarse.
Horas más tarde, “Pinigol” decidió utilizar su cuenta de Twitter para invitar al profesional a solucionar el problema en el Centro Deportivo Azul. Y efectivamente la reunión se llevó a cabo esta mañana en el CDA. Allí estuvieron el jugador, el fotógrafo, el editor de Deportes de La Cuarta (diario donde se desempeña el reportero gráfico), y algunos dirigentes de la U.
Y tras varios minutos conversando, según consigna CDF Noticias, no hubo acuerdo. Pinilla se negó a pagar los cerca de $8 millones que cuesta la cámara destrozada. De hecho, señaló que no se rompió cuando la arrojó al suelo, sino que se malogró producto del choque con el profesional.
La respuesta molestó a los integrantes del medio y exigieron el pago de sus implementos. El artillero azul les avisó que él no lo hará y espera que si alguien cancela, sea el club.
En la institución tampoco pretenden pagar. De hecho esperan convencer al jugador de que lo haga, por lo que el acuerdo está lejos de concretarse.
