Una verdadera tragedia se vive en Filipinas tras el paso del Tifón Kalmaegi, el cual, según lo informado este jueves por la Oficina de Defensa Civil, dejó al menos 114 fallecidos y 127 personas desaparecidas.
Tras una reunión donde se abordó la catástrofe, el presidente del país, Ferdinand Marcos Jr., anunció que “debido a la envergadura del golpe en las zonas afectadas por el tifón he aprobado que se declare el estado de calamidad nacional”.
Según consignó diario El País, algunos medios, citando también fuentes oficiales, incluso han elevado la cifra de muertos a 140.
El subdirector de la Defensa Civil, Rafaelito Alejandro, comentó a la emisora DZMM que la isla de Cebú, con 71 víctimas fatales, es la zona más afectada por el tifón, considerado uno de los más fuertes de la temporada y el cual cruzó entre el martes y miércoles el país con vientos huracanados e intensas precipitaciones.
Casi dos millones de personas afectadas
En total, se han visto afectadas casi dos millones de personas en más de 360 localidades, y de esta cantidad, más de medio millón se encuentran desplazadas, de acuerdo al Consejo Nacional para la Reducción y Gestión del Riesgo de Desastres (NDRRMC).
Entre los fallecidos por la tragedia se incluyen a seis soldados que perdieron la vida cuando su helicóptero se estrelló el martes pasado en la isla de Mindanao, mientras realizaban operativos de rescate.
Ahora, las autoridades de la isla septentrional de Luzón, donde se ubica Manila, se preparan para la posible llegada de una tormenta tropical que posiblemente se convertirá en un supertifón antes de tocar tierra el próximo lunes.
Kalmaegi abandonó este jueves las aguas territoriales de Filipinas, y se encuentra sobre el mar de China Meridional, dirigiéndose a las provincias centrales de Vietnam.
Por su parte, las autoridades vietnamitas ordenaron la movilización del Ejército para tareas de prevención, y anunciaron la evacuación de unas 300.000 personas, según informó La Vanguardia.