La Armada de Chile y la PDI, al igual que la Fuerza Aérea, también informaron sobre los cambios en sus respectivos altos mandos.
La Armada informó que el Presidente Sebastián Piñera aprobó la nueva composición para el año 2021, el que seguirá encabezado por el comandante en jefe de la institución, almirante Julio Leiva Molina.
Pasaron a retiro dos vicealmirantes y cuatro contraalmirantes, mientras que dos contraalmirantes ascendieron a vicealmirantes. Además, tres capitanes de navío y dos comodoros ascendieron a contraalmirantes, y tres capitanes de navío lo hicieron a comodoros.
Junto al almirante Leiva, en los primeros cargos del nuevo alto mando de la Armada quedaron el director general del Territorio Marítimo y de Marina Mercante Nacional, vicealmirante Ignacio Mardones, el director general del Personal, vicealmirante Ricardo Marcos; el director general de los Servicios, vicealmirante Marcelo Gómez, y el jefe del Estado Mayor General de la Armada, vicealmirante Juan Andrés De la Maza.
Mientras que la PDI seguirá encabezado por el director general Héctor Espinosa, junto a los subdirectores Carlos Yáñez, Sergio Claramunt y Sergio Muñoz en el 2021.
Para este nuevo alto mando pasaron a retiro ocho prefectos generales y ascendieron a este cargo dos prefectos inspectores. También ascendieron a este último cargo nueve prefectos, incluyendo a Sandra Gutiérrez, nueva jefa de la Región Policial de O’Higgins de la PDI, la única mujer en 28 cargos del alto mando.
Según un comunicado, el nuevo alto mando de la PDI tendrá como misión fundamental seguir proyectando el quehacer la institución a nivel nacional e internacional, “con el objetivo final de posicionarla como un referente investigativo en la región, tanto en los delitos de alta complejidad, como en crimen organizado transnacional, teniendo un especial énfasis en fortalecer el vínculo con la ciudadanía”.
Además, “este nuevo cuadro directivo, deberá seguir consolidando la confianza ciudadana, entendiendo que la PDI actualmente es una de las instituciones públicas más confiables para los chilenos y chilenas, según lo evidencian todas las encuestas”.
Asimismo, “otra tarea fundamental que le corresponderá a quienes integran este nuevo alto mando será el seguir cimentando un eje fundamental, que forma parte de su plan estratégico, como es la ética, probidad y derechos humanos, como valores transversales e inexcusables, tanto en lo que respecta a las investigaciones, como en el control interno”.
Finalmente, “otro desafío inmediato será la transformación digital de las metodologías investigativas y procesos en la PDI, con el objetivo de enfrentar y solucionar el creciente uso de tecnologías por parte del crimen organizado transnacional, lo que implica un cambio de enfoque del fenómeno criminal, apoyándose en herramientas actuales como son el big data o la inteligencia artificial”.