El Tercer Juzgado de Garantía de Santiago decretó el arresto domiciliario total para uno de los imputados y el arresto domiciliario nocturno para el resto de los 30 detenidos por la fiesta clandestina que un grupo de peruanos realizó en la comuna de Recoleta para celebrar el Día del Padre.

La Fiscalía Metropolitana Centro Norte los formalizó por infracción al artículo 318 del Código Penal, es decir, por poner en riesgo la salud pública. Uno de los imputados, Roberto Albornoz, presentaba antecedentes penales por lo cual el tribunal consideró este agravante y aplicó en su caso el arresto domiciliario total.

En la audiencia, la fiscal Macarena Cañas expuso que el ingreso al recinto del barrio Patronato, donde se efectuó la fiesta, estaba controlado por guardia y cámaras de seguridad, y que en el interior había unas 50 personas infringiendo la cuarentena. Unos 20 asistentes lograron escapar por los techos.

Además de los 31 detenidos (21 hombres y 10 mujeres, incluida la dueña del recinto), Carabineros logró incautar 201 botellas de cerveza, tres parlantes, un bombo, un timbal, un equipo amplificador, un equipo musical y un platillo musical con pedal. La fiscal indicó que en este caso se aplicará la nueva ley que endurece las sanciones por incumplir la cuarentena.

“Estas personas enfrentarán un tipo penal que fue modificado (el sábado), estableciéndose una penalidad mayor para quienes organicen fiestas”, señaló. En ese sentido, indicó que las penas pueden llegar a los tres años de cárcel y una multa de hasta 10 millones de pesos.

Esta es la primera fiesta clandestina que se descubre desde que entró en vigencia la ley que endurece las penas a los infractores de las cuarentenas. En ella se considera un agravante organizar o convocar este tipo de eventos. El Ministerio del Interior se querellará contra los 31 imputados.