La alta comisionada por los derechos humanos de la ONU, Michelle Bachelet, durante una sesión especial del Consejo de DDHH para debatir la reciente escalada del conflicto palestino-israelí, afirmó que esos ataques “siembran dudas sobre el cumplimiento israelí de los principios de distinción y proporcionalidad en la ley humanitaria internacional”.

Por ello de demostrarse que los ataques fueron indiscriminados y desproporcionados, “tales ataques podrían constituir crímenes de guerra”, concluyó Bachelet.

Los ataques, que respondían a los lanzados primero por Hamas y otros grupos armados palestinos contra Israel (y causaron al menos 10 muertos) causaron una destrucción de instalaciones civiles, incluyendo viviendas, oficinas de organizaciones humanitarias, centros médicos y medios de comunicación, afirmó.

“Pese a que Israel defiende que muchos de esos edificios acogían grupos armados o eran utilizados con propósitos militares, no hemos visto evidencias en este sentido”, indicó Bachelet.

Bachelet, en alusión a Hamas, afirmó que “también es una violación de la ley internacional ubicar recursos militares en zonas civiles densamente pobladas, o atacar desde ellas”, aunque indicó que “las acciones de una de las partes no eximen a la otra de sus obligaciones”.

La alta comisionada comparó la entre Israel y Palestina, afirmando que mientras los primeros “disponen de la Cúpula de Hierro y fuerzas militares profesionales para defenderlos, los palestinos no tienen protección alguna ante ataques aéreos contra una de las zonas más densamente pobladas del mundo”.

“No tienen lugar al que escapar debido al bloqueo por tierra, mar y aire implementado en los últimos 14 años”, finalizó Bachelet.