El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, convocó a sus seguidores a un “acto pacífico” que tendrá lugar el 25 de febrero en pleno centro de la ciudad de Sao Paulo para defenderse de las acusaciones que se han lanzado contra él en los últimos meses, la última por su supuesta implicación en un plan golpista.

“En el último domingo de febrero, día 25, a las 15.00 horas, estaré en la (avenida) Paulista realizando un acto pacífico en defensa de nuestro Estado de Derecho. Les pido que comparezcan vistiendo de verde y amarillo”, llamó el expresidente brasileño en un video publicado en sus redes sociales.

En el mismo mensaje, Bolsonaro pidió a sus incondicionales que no traigan ninguna pancarta o cartel “contra nadie”, recalcando que dicha concentración se celebra para que pueda defenderse de todas las acusaciones que se han vertido contra él durante los “últimos meses”.

“Más que un discurso, una fotografía de todos vosotros, porque vosotros sois las personas más importantes de este acto, para mostrar a Brasil y al mundo nuestra unión, nuestras preocupaciones y lo que queremos”, indicó.

La semana pasada, Bolsonaro fue objetivo de un operativo policial por su supuesta implicación en un plan golpista para mantenerse en el cargo tras las elecciones de octubre de 2022. Los agentes irrumpieron en su casa de Angra dos Reis, en Río de Janeiro, y ordenaron que entregara su pasaporte a las autoridades.

En los últimos días, la prensa brasileña ha hecho pública unas imágenes de una reunión de Bolsonaro con sus ministros en julio de 2022, en la que se le escucha admitir que lo probable es que el ahora presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, fuera a vencer las elecciones por lo que pidió hacer algo para evitarlo.

“¿Alguien tiene duda que la izquierda, como está yendo, va a ganar las elecciones? (…) Ellos van a ganar las elecciones (…) No podemos dejar que lleguen las elecciones y que pase lo que tiene pinta (…) creo que han llegado a la conclusión. Tenemos que hacer algo antes”, se escuchó decir al expresidente.

PLAN GOLPISTA

De acuerdo con la investigación de la Policía Federal, el plan consistió en un primer momento en la difusión de teorías infundadas de fraude electoral en vísperas de las presidenciales de 2022, a fin de preparar una situación que legitimara una intervención militar posterior.

Durante la investigación, la Policía halló un “borrador” golpista en el que se contemplaba los arrestos de los jueces del Tribunal Supremo Gilmar Mendes y Alexandre de Moraes, así como el del presidente del Senado, Rodrigo Pacheco.

La Policía sostiene que Bolsonaro pidió retirar los nombres de Pacheco y Mendes, no así el de De Moraes, cuya agenda estaba detallada en ese borrador para que pudiera ser en todo momento seguido y en caso de golpe, arrestado.

Asimismo, descubrieron que los militares afines presionaron a los que se mostraban contrarios y que el entonces asesor de Bolsonaro, el coronel Mauro Cid -su nombre aparece en otras causas que implican al expresidente-, recibió 100.000 reales (18.000 euros) para sufragar los gastos que pudieran ir surgiendo.