El Real Betis de Manuel Pellegrini fue eliminado en octavos de final de la Copa del Rey, tras empatar 2-2 con el Osasuna y caer ante la tanda de penales. Claudio Bravo fue titular y jugó los 90 minutos, pero fue objeto de críticas por parte de la prensa española debido a su actuación.

El medio El Desmarque lo calificó con nota 4 y señaló: “Tres tandas de penales ha disputado en el Betis y no atajó ni un disparo desde los once metros. Algo más se podrá hacer…”. Mucho Deporte coincidió en la calificación y agregó: “Difícil que hiciera más en los goles. La verdad es que ni huele los penales. Demasiado invisible”.

El Diario de Sevilla comentó que el portero “va perdiendo cualidades con la edad y una de ellas era su fiabilidad en los penales. Tampoco es que esta vez destacara con el pie, como suele”. Un poco más amable fue Estadio Deportivo, quien lo calificó con un 6 y adicionó: “Un mero espectador en el primer tiempo. Salió bien abajo en el mano a mano con Kike García en el 56 que, de haber terminado en gol, habría sido invalidado por fuera de juego. Autoridad por arriba ante los balones colgados al final por Osasuna, pero no llegó a tapar el 1-1 de David García. Seguro en la prórroga, intuyó varios penales, pero sigue sin parar ninguno”.

En la conferencia de prensa posterior al encuentro, Manuel Pellegrini apoyó al portero de la “Roja” y comentó que “son las circunstancias, no se les puede achacar nada a nadie. Ni a Guido Rodríguez por resbalarse (en el penal decisivo), ni a Claudio Bravo, porque el que lanza siempre parte con ventaja”, agregó el “Ingeniero”.

Pellegrini tampoco se salvó de las críticas por parte de los medios españoles. “Cambió el partido con los cambios, dándole más dinamismo al equipo, pero es difícil de entender como el Betis se cayó tan fácilmente. Tuvo mandíbula de cristal y eso lo pagó caro el equipo. No siempre se puede morir con las ideas”, redactó El Desmarque.

Estadio Deportivo, que nuevamente fue más amable que el resto de los medios, declaró que “puso en liza a lo mejor que tenía, reservando apenas a Pezzella y Borja Iglesis de inicio, pero las bajas eran importantes (Fekir, Guardado, Rui Silva, Juanmi…) Arrasate logró quitar el balón a su equipo, mucho menos fluido cuando le toca correr más de la cuenta detrás del mismo. Sus cambios, por enésima vez, volvieron a ser decisivos, dando descanso a los más fatigados y metiendo verticalidad y pegada”.