Así, al ser consultado respecto a si podría seguir el paso de su ex compañeros de militancia, indicó que aún evalúa la posibilidad.
“Sí, probablemente, como muchos militantes de la DC, hemos pensado en estos días qué hacer, qué es más honesto. De hecho, muchos de los que han dado el paso son personas con las que no solo comparto militancia, sino también amistad por décadas”, sostuvo.
“Yo abrigo aún alguna esperanza de que sea posible y tenga sentido seguir en el partido. Desde luego, creo que muchos de los renunciados lo han hecho a la orgánica, no a las ideas socialcristianas”, agregó.
Respecto a cuál es el destino político al que debería encaminarse la DC tras los últimos acontecimientos de éxodo de militantes, sostuvo que el partido debe abandonar los “complejos”.
“La DC, para subsistir, debe seguir siendo un instrumento para la solidaridad en la política, sin complejos; desterrar el “si bien es cierto, no es menos cierto”; claridad doctrinaria; saber interpretar mejor la sociedad que hemos ayudado a construir. Más que domicilio, ideas claras y valentía para decirlas”, planteó.
De todas formas, mostró su discrepancia de que se trate de una crisis sin resolución ya que si bien la situación “es grave, y en desarrollo, (la DC) tuvo varias otras y las sorteó. Está por verse”.