Chile cayó ocho puestos, desde el lugar 22 al 30, en el ranking de los mejores lugares del mundo para hacer negocios elaborado por el centro de análisis Economist Intelligence Unit (EIU).

Según consignó Emol, el economista senior de EIU para América Latina, Nicolás Saldías, en diálogo con BBC Mundo, señaló que el “actual Gobierno de Gabriel Boric ha promovido políticas que no son favorables a los negocios”.

El economista abordó el caso del litio teniendo en cuenta que el Ejecutivo estableció una política que obliga a empresas que quieren invertir en el sector a asociarse con el Estado. “Eso desincentiva la inversión”, acotó.

Además, apuntó a leyes laborales consideradas “más restrictivas” como el aumento del salario mínimo y la disminución de la jornada de trabajo que han sido impulsadas por la actual administración.

Saldías planteó que las restricciones para los inversionistas extranjeros se han visto también en el sector minero y que el país se ha vuelto más polarizado.

Asimismo, mencionó que el aumento de la criminalidad es un foco de preocupación señalando que “hay secuestros, hay grupos del crimen organizado que están desafiando la percepción de seguridad de país”.

Respecto a las categorías en que Chile es bien evaluado, el economista destacó tema de impuestos, nivel de competencia, desarrollo del mercado financiero y la infraestructura, así como la independencia del Banco Central, instituciones más bien robustas y el funcionamiento del Poder Judicial.

A esto se suma, los bajos niveles de corrupción, las políticas orientadas a la estabilidad macroeconómica y el régimen de inversión claro que tiene el país.

Por otro lado, el estudio indica que, pese al envejecimiento de la población chilena, los altos niveles de migración están aportando una fuerza laboral más joven y con distintos niveles educacionales.

ARGENTINA

El economista además se refirió al caso de Argentina que pese estar en el lugar 54 del ranking, destacan el avance que ha tenido bajo la administración de Javier Milei.

Saldías posiciona al país trasandino como el segundo después de Grecia con mayores posibilidades de favorecer las inversiones privadas en los próximos cinco años.

“Pensamos que el gobierno va a deshacer muchas de las políticas intervencionistas que eran desfavorables para hacer negocios”, añadió.