En un nuevo episodio de “De tú a tú” transmitido el domingo, su conductor, Martín Cárcamo, conversó con el destacado comediante Coco Legrand. La charla tuvo momentos de mucho humor y risas, recordando los diversos personajes que ha caracterizado el humorista a lo largo de su carrera; y, al mismo tiempo, hubo instantes de mucha emoción, donde el invitado recordó momentos de gran dolor en su vida y sorprendió con una impactante revelación.

Legrand contó que perdió parte de su pierna izquierda, por lo que es casi un milagro el que pueda caminar. Después de 50 años andando en moto, tuvo un accidente y el último, pues reveló, “no me vuelvo a subir más a una moto”, incluso la moto que usaba cuando sucedió el accidente, se la regaló a un gran amigo.

El 2 de octubre del 2021, bajando por la curva del sector La Pirámide, camino a Los Andes, un automóvil pasó a fuerte velocidad a 20 centímetros de su moto, eso hizo que el comediante perdiera el control y en la berma se estrelló contra una barra de metal. Momentos en que unos bomberos actuaron de manera providencial, en el lugar del accidente, salvándole la vida.

RECUERDO DE SU PADRE

Coco Legrand también recordó que conoció a su padre a los 15 años, por una necesidad suya de conocer quién era su progenitor, quien resultó ser un hermano del expresidente de la República, Gabriel González Videla.

Comentó que nunca le guardó rencor gracias a que fue criado por un padre adoptivo, quien le dio todo el cariño necesario, Amado Paredes. Coco siente que él es su verdadero padre, pues él lo formó y le dio el amor real de un papá.

Su madre se separó cuando él tenía meses de vida, y para criar a su hijo, tuvo la ayuda de su abuela, quien a los 10 años tuvo que partir a un internado, “ahí logré ser lobo estepario, empecé a entender que uno tenía que observar todo lo que te rodea. Me estimuló a tener que trabajar con la cabeza y a tener, de algún modo, fantasías que podría hacerlas realidad”.

Confesó que cuando conoció a su padre le dijo “hola, soy Alejandro González, hijo tuyo”. Su progenitor fue cariñoso en ese momento, pero nunca tuvo la decisión o deseo de conocerlo. En ese momento conoció a sus hermanos, dos hombres y una mujer, que hoy es religiosa. Su padre no le dio ninguna explicación por su actitud. A pesar de eso, Legrand nunca le tuvo rencor.

“Esta es mi real pasión, esto es lo que a mí me estimuló para trabajar en este oficio que es mi vicio, por tres grandes razones. Primero, porque es un estilo de vida; segundo, porque es un proyecto a largo plazo; y tercero, porque es un trabajo de transformación permanente y con sentido social”. Así, con gran vehemencia y entusiasmo, definió Coco Legrand este enriquecedor oficio, del que hizo su trabajo permanente. 

Continuando con su vida en la juventud, contó que después del colegio, entró a estudiar Diseño a la Universidad de Chile, donde permaneció dos años. Luego se fue a Estados Unidos para especializarse en estampados metálicos. Comentó que disfrutaba hacer los tapabarros de Citroneta, incluso trabajó en Citroën.

En Estados Unidos estuvo dos años, pero confesó que nunca se sintió cómodo, era una época de mucho racismo, “había una calle para los negros y otras para los blancos”; se sintió discriminado por ser latino. Cuando vuelve de este viaje, le dijo a sus padres que estaba en Arica, para no contar lo mal que le había ido en USA.

RELACIÓN CON SUS HIJOS

El primer matrimonio de Coco Legrand fue cerca de los 30 años, relación que duró tres años, de esa unión tuvo a sus dos hijos mayores, Alejandro y Matías. Una de las razones que da el humorista, por la corta relación, es que debido a su trabajo, viajaba demasiado.

Por lo anterior, no quiso cometer el mismo error de su padre biológico y, para esto, se compró una gran camioneta que la transformó en una casa rodante, entonces cuando tenía que trabajar y, al mismo tiempo, estar con sus hijos, se los llevaba con él. Así siempre fue un padre presente y ellos conocieron el trabajo que realizaba el papá.

Más adelante, el comediante se volvió a casar. Su segunda esposa la conoció en la Radio Concierto, con ella tuvo dos hijos, “uno se murió, era un gordo exquisito, Nicolás… ese fue otro de los grandes golpes en mi vida… ese dolor tal vez no pasó nunca… lo más fuerte que me ha tocado vivir, porque fue algo inesperado”.

Coco Legrand relató este doloroso momento de su vida: su hijo Nicolás, quien a los ocho meses de vida falleció de muerte súbita, “algo que no se puede olvidar jamás… este dolor me enseñó a darme cuenta de la gran fragilidad del ser humano”. Luego de este dolor, nació su hija María José, “un regalo maravilloso de Diosito… una hija hermosa”.

NUEVA HIJA

En tanto, el humorista desclasificó que hace dos años se enteró que tuvo otra hija, “fue maravilloso, fue otro regalo divino… se me acerca y me dice ‘hola, soy hija tuya’”.

El humorista se ofreció inmediatamente a hacerse el examen de ADN que dio como resultado un 99,9% de coincidencia. Este hecho fue bien recibido por sus otros hijos y actualmente, esta nueva hija, ha logrado reunirse y estar junto a sus otros hermanos.