Corea del Norte afirmó este jueves que no sostendrá conversaciones de alto nivel con Corea del Sur en la actual situación de las relaciones diplomáticas, y calificó a los funcionarios surcoreanos de “ignorantes e incompetentes”, un día después de cancelar las negociaciones intercoreanas.
La cita de alto nivel entre ambas Coreas estaba programada para el miércoles, pero el régimen de Kim Jong Un la anuló como reacción a los ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y sus vecinos.
Las maniobras castrenses “Max Thunder”, que tendrán una duración de dos semanas, se iniciaron el 11 de mayo y en ellas participan cien 100 aviones de ambos aliados, incluidos cazas de combate F-22.
“Debido a la seria situación que llevó a la suspensión de las negociaciones de alto nivel norte-sur entre las dos Coreas, no será fácil volver a reunirse frente a frente con el actual régimen surcoreano”, indicó la agencia oficial de noticias KCNA, que cita este jueves declaraciones del negociador Ri Son Gwon.
Corea del Norte también amenazó con cancelar la histórica cumbre entre el presidente estadounidense Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un en Singapur el próximo mes, luego de semanas de intentos de acercamiento entre ambos países.
Ri, jefe del Comité norcoreano para la reunificación pacífica del país, señaló que “en esta oportunidad las actuales autoridades surcoreanas probaron claramente ser ignorantes e incompetentes pues parecen no entender la situación actual”.
En un enérgico comunicado, la agencia KCNA denunció los ejercicios Max Thunder como una “ruda y malvada provocación”. En tanto, Corea del Sur afirmó que recibió un mensaje donde se cancelan las conversaciones de alto nivel de manera “indefinida”.
El lenguaje utilizado en ambas declaraciones es un súbito y dramático retorno a la retórica del pasado por parte de Corea del Norte, que durante mucho tiempo argumentó que necesita armas nucleares para defenderse de Estados Unidos.
Las hostilidades en la Guerra de Corea entre 1950 y 1953 se detuvieron con un cese el fuego, dejando a la península dividida por la Zona desmilitarizada y técnicamente continúan en guerra.
En una espectacular cumbre el mes pasado en Panmunjom, localidad en la zona limítrofe desmilitarizada, Kim y el presidente surcoreano Moon Jae-in abogaron por lograr un acuerdo de paz para terminar formalmente con el conflicto y reiteraron su intención de denuclearizar a la península coreana.
La cita de alto nivel entre ambas Coreas estaba programada para el miércoles, pero el régimen de Kim Jong Un la anuló como reacción a los ejercicios militares conjuntos entre Estados Unidos y sus vecinos.
Las maniobras castrenses “Max Thunder”, que tendrán una duración de dos semanas, se iniciaron el 11 de mayo y en ellas participan cien 100 aviones de ambos aliados, incluidos cazas de combate F-22.
“Debido a la seria situación que llevó a la suspensión de las negociaciones de alto nivel norte-sur entre las dos Coreas, no será fácil volver a reunirse frente a frente con el actual régimen surcoreano”, indicó la agencia oficial de noticias KCNA, que cita este jueves declaraciones del negociador Ri Son Gwon.
Corea del Norte también amenazó con cancelar la histórica cumbre entre el presidente estadounidense Donald Trump y el líder norcoreano Kim Jong Un en Singapur el próximo mes, luego de semanas de intentos de acercamiento entre ambos países.
Ri, jefe del Comité norcoreano para la reunificación pacífica del país, señaló que “en esta oportunidad las actuales autoridades surcoreanas probaron claramente ser ignorantes e incompetentes pues parecen no entender la situación actual”.
En un enérgico comunicado, la agencia KCNA denunció los ejercicios Max Thunder como una “ruda y malvada provocación”. En tanto, Corea del Sur afirmó que recibió un mensaje donde se cancelan las conversaciones de alto nivel de manera “indefinida”.
El lenguaje utilizado en ambas declaraciones es un súbito y dramático retorno a la retórica del pasado por parte de Corea del Norte, que durante mucho tiempo argumentó que necesita armas nucleares para defenderse de Estados Unidos.
Las hostilidades en la Guerra de Corea entre 1950 y 1953 se detuvieron con un cese el fuego, dejando a la península dividida por la Zona desmilitarizada y técnicamente continúan en guerra.
En una espectacular cumbre el mes pasado en Panmunjom, localidad en la zona limítrofe desmilitarizada, Kim y el presidente surcoreano Moon Jae-in abogaron por lograr un acuerdo de paz para terminar formalmente con el conflicto y reiteraron su intención de denuclearizar a la península coreana.