Después de una serie de pruebas técnicas, la Dirección General de Movilización Nacional (DGMN), dependiente del Ministerio de Defensa, decidió no autorizar el uso de fuegos artificiales caducados en las fiestas de Año Nuevo de Viña del Mar y Valparaíso.

La determinación fue tomada en base a una serie de pruebas del Instituto de Investigaciones y Control del Ejército de Chile (IDIC), que incluyó ensayos en un sector cercano a Copiapó y la revisión del almacenamiento de los elementos.

A este último aspecto apuntó el general de brigada Patricio Carrillo, director de la DGMN. “Las condiciones de almacenamiento, de embalaje, y hay una carta de la empresa que le vende a este proveedor, no dan fidelidad de los elementos. Porque la forma en que están almacenados, no son las correctas, eso es lo que echa abajo la autorización por parte del IDIC”.

Además, acusó que la empresa proveedora, Pirotecnia SPA, sabía “desde diciembre que estos elementos, mediante la ley anterior que es la vigencia de dos años, se encuentran vencidos. Ellos postularon a las licitaciones a sabiendas de que se encuentran vencidos”.

También sumó que hay un documento firmado de los fabricantes -de China- que “no da fidelidad a la situación o al estado de los fuegos artificiales debido a la forma en que están almacenados. Estos se encuentran en contenedores marítimos, que no cuentan con las condiciones apropiadas para poder sostenerlos”.

A ello agregó que “los fuegos artificiales están almacenados desde 2019. Obviamente, tienen un riesgo mayor, porque ya no están almacenados en las condiciones apropiadas”.

Además, recordó que “esta misma empresa, el año pasado, con los fuegos artificiales que se hicieron en Valparaíso y Viña del Mar, un fuego artificial que fue lanzado no detonó en el aire, cayó en la playa, y tuvo que ser desactivado por el GOPE”.

Por otro lado, Carrillo descartó que la DGMN tenga responsabilidad en que los resultados se hayan entregado apenas dos días antes de la celebración.

“¿Por qué estamos entregando este resultado tan cerca de las fiestas? Porque hasta el viernes, nosotros cumplíamos la legislación antigua, que decía relación con que todo fuego artificial que ingresara al país tenía una vigencia de dos años”, explicó.

“El viernes (23 de diciembre), con la modificación del artículo 304 del reglamento complementario de la Ley de Control de Armas, modifica esto y cambia diciendo que el rotulado del fabricante es el que da la vigencia de los fuegos artificiales. Eso da pie a que podamos revisar. (…) Como entenderán, esto fue el viernes en la tarde, y el día lunes iniciamos los trabajos de revisión, que finalizaron ayer (29 de diciembre)”, detalló.

Afirmó que “no es que nosotros estemos atrasados, nosotros el trabajo lo hacemos profesionalmente todo el año, y conforme a la legislación vigente”.

Consultado por lo señalado por el alcalde Jorge Sharp (Valparaíso), quien afirmó que desde el municipio habían solicitado las pruebas a inicios de diciembre, Carrillo respondió que “no me voy a referir a las declaraciones del alcalde. Solo quiero hacer presente los procesos nuestros: la empresa, cuando va a hacer un espectáculo, tiene que estar con la certificación vigente y la documentación al día por parte de IDIC. En este caso, no ocurrió hasta el viernes y fue solicitada el viernes en la tarde”.

“Nosotros debemos cumplir la ley. La ley, hasta el viernes, decía que eran dos años de vigencia, lo cual la empresa no estaba cumpliendo. Posterior, a las cinco de la tarde del viernes, este artículo es modificado y nos abre la puerta para la revisión de los fuegos artificiales. Pero no es un retraso”, reiteró.

Finalmente, recalcó que tras las pruebas, se determinó que “este material constituía un riesgo para la seguridad de quienes podían asistir a estos espectáculos”.