“Lo que hace la naturalización es darle un anillo más de protección al asilado y no altera, de ningún modo, más bien fortalece su condición de persona internacionalmente protegida“, indicó la titular de la diplomacia ecuatoriana.
Y detalló: “el mandato que tenemos y la obligación internacional y nacional es cuidar y proteger la integridad de Julian Assange y sus derechos humanos. Mientras esas condiciones no estén dadas, nosotros difícilmente podríamos pensar en una salida del asilado de las oficinas de la Embajada de Ecuador en Londres”.
Añadió que cualquier movimiento del asilado activista fuera de la embajada es un tema que “se debe acordar previamente con el Reino Unido”.
Ecuador solicitó a Londres que reconociera a Assange como “agente diplomático” ecuatoriano. “Esta petición fue negada el 21 de diciembre”, agregó, explicando que Ecuador no insistirá en ella para no perjudicar las “posibilidades de protección” de Assange.
“El Reino Unido no atendió la solicitud, y no mantenemos conversaciones con Ecuador sobre este asunto”, dijo un portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores británico.
El fundador de WikiLeaks, web que difundió miles y miles de secretos oficiales estadounidenses, entró en la embajada ecuatoriana en Londres en 2012 para escapar a la extradición a Suecia, cuya justicia quería interrogarlo como sospechoso de varios delitos sexuales que él niega.