“No se trata de una toma del gobierno por militares […] Nuestro objetivo son criminales del entorno” del presidente, declaró el general Sibusiso Moyo en un discurso transmitido en vivo por la noche por la televisión estatal.
“No bien cumplamos con nuestra misión, esperamos que la situación regrese a la normalidad“, agregó.

Pero la Unión Africana consideró en un comunicado que la crisis “parece un golpe de Estado” e instó a los militares a detener inmediatamente sus acciones y respetar la Constitución.
La entrada en escena de los militares se produce en medio de una crisis abierta entre Mugabe y el jefe del ejército, Constantino Chiwenga, tras la destitución del vicepresidente Emmerson Mnangagwa, durante mucho tiempo considerado su delfín.
El miércoles por la mañana, soldados y vehículos blindados controlaban los accesos al parlamento, a la sede del partido gobernante, el Zanu-PF, constató un periodista de la AFP en la capital, Harare.

El lunes, el jefe del Estado Mayor, el general Constantino Chiwenga, había denunciado públicamente la decisión del jefe del Estado de destituir al vicepresidente Mnangagwa.
El ejército podría “intervenir” si esta “purga” no cesaba dentro del partido presidencial, advirtió.
En respuesta, la formación del presidente denunció el martes que las declaraciones del general Chiwenga “sugieren una conducta traidora”.