El primer grupo, de cuatro reos de entre 27 y 38 años, protagonizó la huida más llamativa el pasado jueves. Los presos rompieron los paneles de un conducto de ventilación, gracias a una herramienta robada del taller de la cárcel. Los detenidos cumplían penas por robo a mano armada, heridas graves o allanamiento de morada.
Su huida provocó un escándalo, pues las cámaras de vigilancia del recinto grabaron a los presos mientras se fugaban, pero la seguridad del penal tardó más de media hora en dar la alarma.
La noche de esa fuga, otro preso, en régimen de semilibertad, no había vuelto a la cárcel de Plötzensee y sigue en paradero desconocido.
El día de Año Nuevo las autoridades se dieron cuenta de que otros dos convictos consiguieron salir por la ventana de su celda. Uno de ellos se presentó en la prisión voluntariamente y el otro fue detenido por la policía ese mismo día.
Dirk Behrendt, fiscal de la ciudad, reconoció que otros dos reos se habían fugado durante el fin de semana, según la agencia DPA, sin dar más detalles.
La prisión de Plötzensee, que acoge actualmente a más de 350 reclusos, fue escenario de miles de ejecuciones durante el régimen nazi.
La policía sigue buscando a siete de los nueve huidos.