Un estudio de científicos de Northwestern Medicine y University of Surrey en el Reino Unido, llevaron a cabo un importante estudio del que deberían estar informados todos los que acostumbran dormirse tarde.
Tras analizar cerca de 500.000 participantes del Estudio Británico Biobanco, se descubrió que quienes se acuestan y concilian el sueño tarde tienen un 10% de riesgo de morir más temprano que quienes van temprano a la cama. En la muestra, 50.000 sujetos tuvieron más probabilidad de morir en los 6,5 años del periodo estudiado.
“Esas aves nocturnas tratando de vivir en el mundo tempranero de los pájaros pueden tener consecuencias para sus cuerpos”, señaló Kristen Knutson, coautora, profesora de Neurología.
Estudios previos en esta área habían profundizado en las altas tasas de disfunción metabólica y enfermedad cardiovascular, pero este es el primero que analiza el riesgo de fallecimiento. La investigación fue publicada por el Journal Chronobiology International, y ha provocado bastante ruido en el mundo científico.
Quienes realizaron el estudio tuvieron en cuenta los problemas de salud esperados en los sujetos que se dormían tarde, y así y todo seguía un riesgo mayor de muerte del 10%.
“Este es un tema de salud pública que no se puede ignorar”, remarcó Malcolm von Schantz, profesor de cronobiología en University of Surrey. “Deberíamos discutir los trabajos que empiezan en la tarde y acaban tarde en la noche. Y necesitamos más investigaciones sobre cómo podemos ayudar a esos búhos con el mayor esfuerzo de mantener su reloj corporal en sincronía con el solar”, añadió.
“Podría ser que quienes permanecen levantados hasta tarde tienen un reloj biológico interno que no concuerdan con el ambiente externo. Podría ser estrés psicológico, comer a destiempo con su cuerpo, no ejercitarse lo suficiente, no dormir mucho, no estar enterado de la hora, o tal vez uso de drogas o alcohol. Hay una gran variedad de conductas no saludables relacionadas con permanecer hasta tarde”, aseguró Knutson.
De igual modo, se recalcó que estas personas tenían altas tasas de diabetes, trastornos psicológicos y neurológicos.
Tras analizar cerca de 500.000 participantes del Estudio Británico Biobanco, se descubrió que quienes se acuestan y concilian el sueño tarde tienen un 10% de riesgo de morir más temprano que quienes van temprano a la cama. En la muestra, 50.000 sujetos tuvieron más probabilidad de morir en los 6,5 años del periodo estudiado.
“Esas aves nocturnas tratando de vivir en el mundo tempranero de los pájaros pueden tener consecuencias para sus cuerpos”, señaló Kristen Knutson, coautora, profesora de Neurología.
Estudios previos en esta área habían profundizado en las altas tasas de disfunción metabólica y enfermedad cardiovascular, pero este es el primero que analiza el riesgo de fallecimiento. La investigación fue publicada por el Journal Chronobiology International, y ha provocado bastante ruido en el mundo científico.
Quienes realizaron el estudio tuvieron en cuenta los problemas de salud esperados en los sujetos que se dormían tarde, y así y todo seguía un riesgo mayor de muerte del 10%.
“Este es un tema de salud pública que no se puede ignorar”, remarcó Malcolm von Schantz, profesor de cronobiología en University of Surrey. “Deberíamos discutir los trabajos que empiezan en la tarde y acaban tarde en la noche. Y necesitamos más investigaciones sobre cómo podemos ayudar a esos búhos con el mayor esfuerzo de mantener su reloj corporal en sincronía con el solar”, añadió.
“Podría ser que quienes permanecen levantados hasta tarde tienen un reloj biológico interno que no concuerdan con el ambiente externo. Podría ser estrés psicológico, comer a destiempo con su cuerpo, no ejercitarse lo suficiente, no dormir mucho, no estar enterado de la hora, o tal vez uso de drogas o alcohol. Hay una gran variedad de conductas no saludables relacionadas con permanecer hasta tarde”, aseguró Knutson.
De igual modo, se recalcó que estas personas tenían altas tasas de diabetes, trastornos psicológicos y neurológicos.