Phil Collins lo pasa mal. Es que además de estar enfrentando las consecuencias de su quiebre matrimonial, su exesposa lo acusó directamente de hediondo y desaseado.
Orianne Cevey señaló al sitio TMZ que “el hedor de Philips se volvió muy penetrante y terminó negándose a interactuar personalmente con cualquier persona”.
Agregó que la despreocupación personal del ex Genesis era tan grande que dificultaba seriamente sus relaciones sexuales. “Dejó de ducharse, cepillarse los dientes y vestirse adecuadamente”, remarcó.
Actualmente el músico y su expareja disputan legalmente una mansión en Miami, avaluada en 40 millones de dólares.
Remarcar que Collins y Cevey estuvieron casados entre 1999 y 2008, y terminaron. Posteriormente en 2015 se reconciliaron, pero el año pasado se volvieron a separar, aunque esta vez en forma definitiva.