El otrora arzobispo de La Serena fue sindicado por Hernán Godoy como autor de ese delito cuando este era niño, hecho que junto a otras denuncias motivó que el Papa Francisco confirmara su “dimisión clerical” el pasado 13 de octubre, marginándolo así de sus derechos y obligaciones en su condición de religioso.
Según indicó radio Cooperativa, fue el propio movimiento Schoenstatt, al que pertenecía el cuestionado presbítero, el que decidió traerlo a Chile desde Vallendar, Alemania, donde reside hace 17 años, para que responda frente a esas imputaciones.
“Gracias a la formación recibida posteriormente en prevención de abusos y acompañamiento de víctimas, constatamos que en ese momento no respondimos como la situación lo requería” a las acusaciones contra Cox como las que hizo Godoy en agosto pasado por escrito.
Un equipo de 24 Horas encontró al cuestionado exsacerdote a comienzos de octubre de 2018 en Alemania, oportunidad en la que fue consultado por las imputaciones de abuso sexual y sólo se limitó a responder que “eso no es problema mío en estos momentos”.
El demandante dijo tener sentimientos encontrados contra el acusado y le preocupa que la justicia determine que ambos deban enfrentarse en tribunales.