Durante dos días, un grupo de expertos se reunió telemáticamente en  el Congreso Internacional de Educación Emocional y Bienestar “Primera Infancia y parentilidad positiva”, cuyo foco principal fue abordar las dotaciones heredadas con las que el recién nacido llega al mundo, emociones básicas que son fundamentales para asegurar su subsistencia y también hablar sobre los sentimientos de miedo, alegría y rabia, el acercamiento y vinculación con el padre, madre o cuidador.

El director ejecutivo de Flich, Arnaldo Canales, dijo que “es importante hablar sobre la educación emocional y el bienestar desde la primera infancia y la parentalidad positiva, porque nos ayuda a entender un poco mejor el mundo de los más pequeños. Hoy en día este tema está tomando muchísima fuerza y nos está haciendo entender que los niños también son seres emocionales, pero que todavía no tienen una madurez para gestionar sus emociones”.

Rafa Guerrero, licenciado en Psicología Clínica y de la Salud por la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y doctor en educación, habló sobre la Neuroeducación de las emociones y planteó en qué consiste las emociones y qué ocurre en nuestro cerebro y el de nuestros hijos cuando las experimentamos.

Remarcó que “es importante que nosotros los adultos que estamos formando parte importante de la vida de los niños, a través del cariño, del amor, de la incondicionalidad, de estar presentes, vayamos apoyando este proceso de regulación de las emociones. Los neonatos vienen con la necesidad de sentir, pero no con la capacidad de regular sus emociones, pero si hay un adulto capaz de regularse a sí mismo puede regular a otro, ese adulto va a ser capaz de regular desde afuera de él el sentir de ese niño pequeño”.

Ana Rita Russo, psicóloga, directora maestría en psicología clínica y directora del Programa de Desarrollo Psicoafectivo y Educación de la Universidad del Norte de Colombia, se refirió a la recuperación y educación emocional, indicando que “el ser humano nace con una carga biológica y se constituye como sujeto a partir de un otro, ese otro que es un padre, madre, abuelos, profesores, que acompañan en el caminar y que eres tu profesional del área de la salud de la educación que permite mediante el sostenimiento, la compresión y el cuidado, el amor, el conocimiento, generar todas las bases de la estructuración psíquica, motora, lingüística y cognitiva, emocional, hasta convertirlo en un sujeto de la cultura”.

El psicólogo y psiquiatra Richard Davinson, doctor en neuropsicología e investigador en neurociencias afectivas, intervino con la ponencia titulada “El bienestar es una habilidad”, manifestando que “para tener un cerebro sano hay que practicar la bondad, lo cual se puede entrenar, así como aprender la felicidad y la compasión como habilidades, del mismo modo como nosotros aprendemos a tocar un instrumento musical e incluso, al practicar algún deporte”.

El profesor de neurociencias, psicología y filosofía, Antonio Damasio, abordó las últimas investigaciones sobre prevención de la violencia y las emociones morales, en tanto que finalizó la jornada la psicóloga y parte del equipo docente de la Fundación liderazgo Chile, María José Palmero, quien se refirió a la importancia de las emociones y de cómo debemos aprender a gestionarlas, indicando que “entender el papel que juega nuestro cerebro para nosotros desarrollar nuestras emociones y sobre todo, que podamos haber entendido por qué nosotros como adultos, debemos ser emocionalmente estables para así poder ayudar a nuestros niños y niñas a identificar y aceptar cada una de sus emociones y poder abordarlas de una forma sana”.

La psicóloga, magíster en neurociencias sociales UDP y especialista en neuropsicología infantil, Carolina Panesso, se refirió al colapso de ser padres en pandemia; seguido por Álvaro Pallamares, psicólogo, promotor de la crianza respetuosa y director de extensión y redes en la Fundación América por la Infancia, con la ponencia titulada Educación basada en valores y, en última instancia, Elsa Punset, directora de contenidos en el laboratorio de aprendizaje social y emocional (LASE), con el tema Somos los entrenadores emocionales de nuestros hijos y alumnos.