Los servicios de seguridad ucranianos (SBU) anunciaron además haber detenido al hombre que planeaba el homicidio de Babchenko e indicaron que este había recibido 40.000 dólares de los “servicios especiales rusos” para preparar el asesinato.
Menos de 24 horas después del anuncio de su muerte, el periodista ruso apareció vivo durante una rueda de prensa en la capital ucraniana y explicó haber participado en un montaje en el marco de una “operación especial” preparada durante dos meses.
El jefe del SBU, Vasil Gritsak, explicó a la prensa que todo era parte de una operación para evitar un verdadero plan para asesinarlo.
“Gracias a esta operación fuimos capaces de desbaratar un complot cínico y aportar pruebas de cómo el servicio de seguridad ruso estaba urdiendo este crimen”, añadió Gritsak.
“Quería darles las gracias a los servicios de seguridad ucranianos por haberme salvado la vida”, declaró Babchenko. “Quiero pedir perdón a mi mujer por el infierno que vivió durante dos días”.
Las fuerzas de seguridad ucranianas aseguraron, sin embargo, que su familia estaba al tanto de la operación.
El martes por la noche, la policía había anunciado que el reportero de 41 años había sido ejecutado de tres disparos por la espalda cuando regresaba a su apartamento.
La noticia de la “muerte” del reconocido corresponsal de guerra y exsoldado había provocado una serie de acusaciones entre Kiev y Moscú, así como una gran conmoción entre sus compañeros de profesión y decenas de periodistas se habían reunido ante la sede de la embajada rusa en la capital ucraniana.
Las autoridades ucranianas, entre ellas el primer ministro Volodimir Groisman, habían acusado a Rusia de estar detrás de la muerte de Babchenko, una acusación rechazada por Moscú.
“Arkadi Babchenko fue asesinado, abatido en la escalera de su edificio y el primer ministro ucraniano responsabiliza a los servicios especiales rusos (…) Es muy triste”, había contestado el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov.
AMENAZAS
Babchenko participó en Rusia en las dos guerras de Chechenia como soldado, antes de convertirse en un periodista muy crítico con el Kremlin. Contó las guerras en esta república rusa del Cáucaso en el libro “El color de la guerra”.Después de viajar al este de Ucrania, donde el conflicto entre el ejército ucraniano y los separatistas prorrusos provocó más de 10.000 muertos en cuatro años, denunció el papel de Rusia en la guerra, apoyando la tesis de Kiev y de los occidentales según la cual Moscú apoya militarmente a los rebeldes, lo que Rusia niega.
Antes de su marcha de Moscú, donde decía sentirse amenazado por sus revelaciones sobre la guerra en Ucrania, había colaborado en el periódico Novaia Gazeta y la radio Echo de la capital, dos medios críticos con el Kremlin.
El 20 de julio de 2016, otro periodista, el ruso-bielorruso Pavel Sheremet murió en la explosión de una bomba colocada en el vehículo que conducía en pleno centro de Kiev, un caso que aún no se ha esclarecido.
Babchenko abandonó Rusia en febrero de 2017 denunciando una “campaña espantosa” de “acoso”. Al principio vivió en República Checa y en Israel, antes de instalarse en Kiev, donde participaba desde hacía un año en un programa de la televisión privada ATR.
La ONG Reporteros Sin Fronteras (RSF) calificó de “penosa” la simulación del asesinato del periodista.
Si bien la reaparición del periodista supone “un gran alivio”, es “penoso y lamentable que los servicios ucranianos hayan jugado con la verdad, independientemente de cuál sea el motivo”, dijo a la AFP el secretario general de RSF, Christophe Deloire.