Gonzalo Garay no es el típico notario serio, mayorcito y con gafas. A sus 49 años, este abogado -que fue juez civil, penal y hoy es notario y conservador de bienes raíces en la Región de La Araucanía- también es escritor. Y no de materias legales precisamente. Lo suyo es la novela negra y hasta los cuentos para adultos, lo que le ha significado buenas críticas y el lanzamiento de su quinta obra en la reciente Feria Internacional del Libro de Santiago (FILSA).
Su nueva obra se llama “Candy Candy Candy”, una novela que habla de las amistades que, en realidad, no son tales, porque esconden rivalidades, desconfianza y hasta envidia. Todo envuelto en suspenso, muerte y la intriga de relaciones tóxicas, bajo la mirada de un escritor en decadencia que se interna en ese círculo para obtener desde ahí una historia que contar.
“Tiene un punto de perversión, de novela negra, yo escribo un poco así”, cuenta Garay, quien, además, revela que su nuevo libro está muy emparentado con su novela anterior titulada “Cocina de autor”, ya que le da continuidad a uno de los personajes.
“Siendo juez era imposible que yo escribiera un libro como los que he escrito ahora, porque los jueces tienen prohibición de hablar de ciertos temas, tienes mil ojos encima. Ahora que soy notario, tengo más libertad y más tiempo para dedicarme a escribir. He escrito cuentos que tienen mucho de autobiográficos, escribí una novela que mezcla datos históricos, un libro más para adultos y ahora ‘Candy Candy Candy’ que es bien novela negra y, de seguro, a más de alguno lo hará cuestionarse sobre las amistades que los rodean”, apunta el autor.
Reseña “Candy Candy Candy” (2022)
Dividida en dos partes, la novela relata episodios relevantes de la vida de las tres mujeres, bajo la mirada del novel escritor, que plantea teorías el interés por la observación, mientras intenta zafar de la mano controladora de su jefe, un misterioso maestro de cocina, dueño de una exitosa pastelería de la ciudad de Concepción.
Gonzalo Garay regresa con una apasionante novela, directamente conectada con el libro Cocina de Autor, en que registra el perfil evolutivo de tres amigos en el tránsito desde la adolescencia a la adultez, con sus luces y sombras, en un vertiginoso relato cubierto de misterio, de perversiones y verdades incompletas.
La amistad –indica el autor-implica un nexo afectivo que nos conecta con lo más íntimo de nuestras emociones, que nos hace disfrutar de éxitos ajenos y acompañar en el dolor a quien lo sufre. Pero amigos son pocos. Algunas personas parecen serlo, pero en realidad se camuflan para conquistar confianzas y clavar sus dardos apenas olfatean debilidad. Es lo que propone el autor: la intriga de las relaciones tóxicas, ambiguas; las contradicciones de aquellas personalidades complejas con las que usted se puede haber topado más de alguna vez.
