Sentir cierta somnolencia suele ser normal y dormir las horas suficientes puede resolver este problema. Sin embargo, para algunas personas el exceso de sueño durante el día les impide realizar sus actividades cotidianas, afecta su ánimo, su concentración y rendimiento tanto laboral como académico.
El neurólogo de Clínica Santa María, José Luis Castillo, dice que la hipersomnia puede perturbar de forma considerable la vida de quienes la padecen.
“El sueño cumple un papel muy importante en muchos procesos biológicos y, por lo tanto, la falta de este o la presencia de trastornos que lo desorganizan pueden producir muchos problemas en la vida diaria, como irritabilidad, desánimo, disminución de la concentración, trastornos de la vida laboral, social y familiar, somnolencia diurna, entre otras”, indica.
Según remarca, el sueño cumple distintos roles que son fundamentales en la salud del ser humano, como aquellos relacionados con los procesos de aprendizaje, memoria, concentración, metabolismo y estabilidad del ánimo.
“Por esto, la falta de sueño suficiente u otros trastornos asociados se relacionan también a enfermedades como obesidad, mayor incidencia de infartos cardíacos y cerebrales (apnea del sueño) y deterioro cognitivo, entre otras afecciones”, apunta.
CAUSAS
La hipersomnia se puede deber a que la persona no está durmiendo lo necesario –debido a insomnio, malos hábitos de sueño, sueño con fase adelantada (cuando las personas se acuestan muy temprano, como comúnmente ocurre en la tercera edad) o retrasada (se quedan despiertas hasta muy tarde, más frecuente entre los adolescentes), etc.– y la segunda, que existe un trastorno del sueño en que, a pesar de que la persona duerme las horas que necesita, su sueño es de mala calidad, está desorganizado o interrumpido. Respecto a la primera, el especialista indica que la causa más frecuente es la mala higiene o hábitos de sueño (horarios irregulares, usar el dormitorio para muchas otras actividades, falta de actividad física o su realización justo antes de acostarse, comida pesada, alcohol, etc.) En cuanto a la segunda posible causa, los trastornos más frecuentes del sueño que producen hipersomnia o somnolencia diurna son el síndrome de apneas obstructivas del sueño (este es el cuadro más frecuente en hombres de edad media que roncan y tienen obesidad) y la narcolepsia –deseo imperioso de dormir–, enfermedad que aún tiene origen desconocido. Para tratar la hipersomnia, es clave comenzar identificando correctamente el problema. “Esto comienza por hacer un buen diagnóstico del problema o trastorno subyacente para lo cual se requiere de una buena historia con énfasis en las características, horarios y hábitos de sueño y eventualmente exámenes de laboratorio, como la polisomnografía nocturna, que permite monitorear diferentes variables del sueño durante una noche”, apunta. De esta forma, existen también medicamentos que pueden ayudar y que serán estrictamente indicados por un especialista.RECOMENDACIONES
Finalmente, para una buena higiene del sueño, el especialista recomienda:- Tener horarios fijos para acostarse y levantarse.
- Utilizar el dormitorio solo para dormir, no para usar el computador, televisor o celular, porque se pierde la asociación dormitorio-cama-dormir. Además, las pantallas interrumpen la producción de melatonina en el cerebro, que es la hormona que regula el ciclo sueño-vigilia.
- Las comidas pesadas previo a acostarse deben evitarse, así como bebidas estimulantes como el té, café o mate y otras que contengan cafeína después de las 18:00 horas.
- Evitar también el alcohol, que si bien produce una conciliación rápida del sueño, genera una mala calidad de éste y fragmentada.
- Idealmente, no realizar actividad física fuerte en las horas previas a acostarse, porque producen activación mental.
- La temperatura ideal del dormitorio debiera estar entre los 19 y 20 grados.
- Un vaso de leche tibia, que contiene triptófano, puede ayudar, así como un baño de agua tibia, para ayudar a producir relajación.
- No hacer tareas que provocan activación mental, como llevarse trabajo para la casa y evitar discutir en las horas previas a dormir.
- Finalmente, leer una novela antes de dormir (no en la cama) ayuda a “desconectarnos” y conciliar el sueño más rápidamente.