Dicen que nadie anhela más la libertad que un preso. Sea fugándose o cumpliendo con su período de condena, todo reo sueña con salir algún día de la cárcel. Casi todos, porque hay insólitas excepciones como el caso de un hombre que estaba prófugo tras escaparse hace 30 años de prisión y que de manera voluntaria prefirió entregarse a la policía.

El pasado domingo, Darko Desic entró en una comisaría de Sydney para entregarse tres décadas después de utilizar una sierra y unas tenazas para fugarse de la cárcel. ¿Qué lo llevó a tomar esta increíble decisión? Hace meses que estaba sin trabajo y sin un lugar donde dormir por los estrictos confinamientos por la pandemia.

Este martes compareció ante una corte de la capital australiana tras ser acusado de escapar de una detención legítima en 1992, según informaron los policías. Los cargos podrían darle una condena de siete años de cárcel, pero eso no le importó al protagonista de la historia.

En junio quedó cesante tras quedarse sin su trabajo informal como albañil y a partir de ahí comenzó a entrar en la desesperación. “El sábado durmió en la playa y dijo ‘se acabó, volveré a prisión donde hay un techo sobre mi cabeza”‘, dijo una fuente al diario Daily Telegraph de Sídney.

Desic tenía 35 años cuando se fugó la prisión centenaria en Grafton la madrugada del 1 de agosto de 1992. El día de su escape solo acumulaba 13 meses de una condena de tres años y medio por cultivar marihuana. De origen yugoslavo, aseguró que decidió escapar porque creía que al momento de su sentencia lo deportarían a su país, donde podían castigarlo por no realizar el servicio militar obligatorio.

Las autoridades comenzaron su búsqueda, pero con el correr de los años fue decayendo. Desic pasó inadvertido durante casi 30 años en las playas norteñas de Sídney. Su caso una vez fue mencionado en “Australia’s Most Wanted”, un programa de televisión que se emitió durante una década hasta 1999, en el que en un episodio una persona aseguraba haberlo visto merodeando en Nowra, una localidad a casi 200 kilómetros de la capital oceánica.