“Consideramos que las ballenas son recursos marinos como los peces y que pueden utilizarse siguiendo criterios científicos”, explicó un responsable del Ministerio de Agricultura, Bosques y Pesca. “Determinamos cuotas con el fin de no perjudicar a las especies”, precisó.
El barco factoría Nisshin Maru, buque insignia de la flota ballenera nipona, y otros varios navíos dejarán el puerto de Shimonoseki (suroeste), presidido por una enorme estatua de una ballena, para ir a cazar cetáceos frente a las costas japonesas, en la zona de exclusividad económica del archipiélago. Otra flota partirá de Kushiro (isla septentrional de Hokkaido).
“Estamos emocionados con la reanudación de la pesca”, comentó Yoshifumi Kai, presidente de una asociación de pescadores.