En su declaración voluntaria, la mujer aseguró que Francisco Silva degolló al profesor en medio de una discusión, en circunstancias que está acreditado que la víctima estaba inconsciente por la ingesta de clonazepam con alcohol que la misma Johanna Hernández le dio poco antes del crimen.
Según el relato entrecortado por el llanto de la mujer, Francisco Silva le decía que “ese hueón no debía existir, que en cualquier momento él lo hacía desaparecer”. También aseguró que su amante descuartizó a la víctima mientras ella permanecía en el vehículo. Previamente, en su alegato de apertura, el fiscal José Miguel Subiabre expuso que Silva compró el clonazepam, lo molió y lo guardó en un frasco, todo esto registrado en imágenes con su teléfono celular que posteriormente envió al aparato de Johanna Hernández.
Este clonazepam molido lo disolvió la mujer en alcohol que le dio a beber al profesor Villegas, quien quedó inconsciente, para luego asesinarlo y descuartizarlo.