Durante el fin de semana se conoció el secuestro del exalcalde de Macul, Gonzalo Montoya, quien fue liberado durante la madrugada del domingo, tras permanecer más de 48 horas en cautiverio. A partir de este grave hecho, surgieron nuevos antecedentes que podrían resultar claves para la investigación.
Según reportó el diario La Tercera, Montoya fue capturado por una banda criminal integrada por delincuentes de nacionalidad venezolana.
La desaparición ocurrió la noche del jueves 26 de junio, una situación que, en un primer momento, no alarmó a su entorno debido a que era habitual. Sin embargo, la preocupación surgió cuando a las 09:57 horas del viernes, su hermana recibió un inquietante mensaje de voz.
“Andrea, llámame urgente, urgente”, decía Montoya en el audio dirigido a su hermana. Luego de una llamada telefónica, la mujer corroboró que no se trataba de un engaño, sino de un hecho que ponía en peligro la vida del exjefe comunal.
Según el citado medio, el propio Montoya afirmó que su vida estaba en riesgo. “Me van a matar, tienen fotos y videos míos con prostitutas colombianas, mujeres de vida alegre, hagan lo que les piden, consigan US$ 50.000”, aseguró en su mensaje.
Con esta información en su poder, Andrea Montoya acudió al cuartel Cuarauma de la PDI en Valparaíso. Su relato permitió, por primera vez, develar una posible doble vida del exalcalde, lo que lo habría expuesto a este secuestro con fines extorsivos.
La hermana de Montoya también recibió un video en el que se veía al exalcalde atado de manos, suplicando que su familia reuniera $20 millones. Su rostro mostraba evidentes señales de maltrato físico.
Además, los mensajes extorsivos comenzaron a llegar a otras personas cercanas. En dichos mensajes se advertía que, de no transferir dinero a distintas cuentas de Banco Global 66 —plataforma usada para mover fondos dentro y fuera del país—, la víctima no sería liberada con vida.
Ante la denuncia, se activó rápidamente el Equipo de Crimen Organizado y Homicidios (ECOH) de la Fiscalía, además de un equipo especializado en negociaciones de rehenes y secuestros de la BIPE de la PDI.
La prioridad era actuar con rapidez. Tal como indicó el medio, las primeras 48 horas en este tipo de secuestros resultan cruciales para salvar a la víctima, considerando el actuar violento de las bandas que se dedican a este delito.
Durante las diligencias para comprender el contexto del secuestro, se descartó que se tratara de un crimen con motivaciones políticas.
PRESUNTA DOBLE VIDA
Un amigo cercano del exalcalde aportó antecedentes que apuntan más bien a un delito de tipo común, lo que terminó revelando una presunta vida secreta mantenida por la exautoridad.
“Él me contó que se había metido a una juerga con colombianas, donde me grabaron en situaciones sexuales con menores de edad”, declaró el testigo, quien además aseguró que la vida de Montoya “estaba muy movida”.
Esto se explicaría, presuntamente, porque Montoya mantenía una relación paralela con una mujer venezolana, con quien habría tenido un hijo, todo esto a espaldas de su esposa e hijos. “Andaba con miedo”, expresó el amigo.
Paralelamente, los equipos del Ministerio Público y de la PDI trabajaron intensamente para ubicar con vida al exalcalde y dar con el paradero de los responsables del secuestro.
Uno de los antecedentes más relevantes es que los secuestradores poseían información sensible. Además del posible vínculo de Montoya con actividades de explotación sexual infantil —algo que está en proceso de investigación—, el exalcalde tenía en su casa una considerable suma de dinero en efectivo.
Finalmente, tras arduas negociaciones lideradas por el equipo antisecuestros, Montoya fue encontrado cerca de las 3:00 horas de la madrugada. Apareció en la comuna de Padre Hurtado, semidesorientado, con heridas en el rostro y quemaduras, luego del presunto pago de una cantidad aún no especificada.