Si bien es cierto que, como todo duelo, es un proceso de adaptación esperable, la investigación actual en duelo perinatal nos enseña que estas pérdidas, suelen ser invisibilizadas por los cercanos y el entorno social de la familia con pérdida reproductiva, quienes muchas veces no comprenden ni validan el vínculo madre-padre-hijo, porque no lo experimentaron y solo fueron testigos de una ilusión que no se concretó. Este entorno social de invisibilización hace que la experiencia sea más dolorosa y muchas veces las familias la experimenten en soledad, prolongando el duelo y eventualmente complicándolo.
En ese sentido, humanizar el duelo perinatal es un enorme desafío para nuestra sociedad y también para los profesionales de la salud, pues implica empatizar con el sufrimiento de las familias que han tenido una perdida reproductiva, reconocer su dolor y duelo, así como también ofrecer apoyo, contención y orientación en estos momentos.
Una persona que no ha experimentado la pérdida reproductiva podría pensar que al no conocer al hijo con vida, al no haberlo visto desarrollarse como persona, el sentimiento de pérdida es menor, sin embargo, no debemos olvidar que esa madre y su pareja y los hermanos, ya tenían un vínculo con ese proyecto y muchas veces un nombre y objetos para recibirlo.
Por ello, humanizar implica, facilitar todo lo posible esta etapa, entregar la información correcta a las familias, respetar los tiempos para la toma de decisiones y en los equipos de salud obstétrico y neonatal, contar con un protocolo conocido, pues todos esas acciones son elementos protectores de la salud mental perinatal.
Asimismo, la llamada Ley Identidad NN es una lucha que han tenido las familias con pérdida reproductiva hace un tiempo y busca darles un nombre legal a los bebés que fallecieron en el vientre de sus madres, ya que actualmente el Registro Civil no permite esta inscripción, es más en los documentos legales para sepultación y otros trámites, aparece consignado el hijo fallecido intrauterino como NN.
Entonces poder nombrarlos, es un avance en la humanización de la pérdida reproductiva para las familias, pues implica visibilizar la corta vida que sus hijos tuvieron y poder tener el recuerdo con nombre si así lo desean.
La Ley Identidad NN, en ningún caso supone dar el status legal de persona al feto, es solamente poder nombrar al hijo fallecido, por tanto, la humanización del duelo perinatal implica comprender que las personas que han vivido esta experiencia, necesitan que su dolor sea respetado y validado socialmente, por ello, nombrar a sus hijos, es un símbolo de que existieron y de que su nombre es mi recuerdo.
. Andrea López, coordinadora Diplomado en Manejo Integral del Duelo Perinatal, Facultad de Medicina y Ciencia de la Universidad San Sebastián.