En el año 2006, una joven Lily Allen barría las listas de canciones con su primer éxito titulado “Smile”. Con tan solo 21 años, la joven cantante se convertía en uno de los grandes fenómenos del pop británico. Fue en 2011 cuando anunció que esperaba a Ethel Mary, su primera hija. Dos años después nació la segunda, Marnie Rose.
En su más reciente entrevista con el podcast de Radio Times, la artista se sinceró sobre el hecho de convertirse en madre tan joven y abandonar su carrera para cuidar a sus hijas, afirmando que esta decisión “arruinó” sus posibilidades de alcanzar la fama como estrella.
“Mis hijas arruinaron mi carrera. Las amo y me complementan, pero en términos de estrellato pop, la arruinaron por completo”, expresó Allen.
“Algunas personas eligen su carrera antes que la de sus hijos, y esa es su prerrogativa, pero mis padres estaban bastante ausentes cuando yo era niña, y siento que eso realmente dejó algunas cicatrices desagradables que no estoy dispuesto a repetir en las mías”, agregó la cantante.
Por ello, explicó que esa fue la razón por la que decidió hacer a un lado su carrera profesional: “Me alegro de haberlo hecho porque creo que son personas bastante completas”.
Además, la artista anunció que comenzará un nuevo podcast llamado “Miss Me?”, en conjunto con su amiga personal Miquita Oliver.
