Durante este jueves, Truong My Lan, una reconocida empresaria del mundo inmobiliario en Vietnam, fue condenada a muerte, por su participación en el fraude financiero más grande en la historia del país.
Según informó el medio VN Express, los jueces del tribunal de Ho Chin Minh encontraron culpable a la empresaria de sobornos, violaciones a las regulaciones bancarias y malversación de fondos, en este fraude que se extendió por una década, y que se realizó mediante una compleja red criminal.
En concreto, la magnate inmobiliaria fue acusada por un fraude valorado en 304 billones de dongs, aproximadamente 12.500 millones de dólares. Dicha cifra representa el 3% del PIB de la nación asiática en 2022, y triplica la fortuna del vietnamita más rico, Pham Nhat Vuong.
La investigación del caso estableció que el Banco Comercial de Saigón (Saigon Joint Stock Commercial Bank SCB), el mayor banco en activos del país, estaba involucrado en el fraude.
Por su parte, la empresaria, de 68 años y detenida en 2022, que también presidía el grupo inmobiliario Van Thinh Phat Holdings Group, no tenía ningún cargo en el banco, y solo poseía el 4% de las acciones.
No obstante, Lan utilizó a personas de su confianza, quienes seguían sus instrucciones, para adueñarse del 91% del SCB, y posteriormente, desvió dinero con unos 2.500 préstamos a empresas ficticias, entre 2012 y 2022.
Este caso comenzó a tomar mayor importancia entre 2018 y 2022, cuando el Estado rescató al SCB, y el juicio, que inició el 5 de marzo, concluyó antes de lo esperado, en el marco de la campaña contra la corrupción, conocida como “Horno Ardiente”, del líder del gobernante Partido Comunista, Nguyen Phu Trong.
En tanto, un miembro de la familia de Lan, comentó a Reuters (bajo anonimato) que “seguiremos luchando para ver qué podemos hacer”. Asimismo, los abogados de la empresaria no se han pronunciado al respecto, pero trascendió que la acusada defendió su inocencia ante el tribunal.
A la vez, el periódico local, Thanh Nien, detalló que 84 acusados en este caso recibieron sentencias que van desde la libertad condicional, por tres años, hasta cadena perpetua.
