Ríos Montt falleció en su residencia a causa de un infarto, confirmó a periodistas uno de los abogados que defendió al exdictador durante el juicio por genocidio y es cercano a la familia, Jaime Hernández.
Otro de sus abogados defensores, Luis Rosales, comentó que el exjefe de Estado “falleció en su hogar, con el amor de su familia, con su conciencia sana”.
Rosales aseguró al diario Prensa Libre que Ríos Montt “murió en paz, tranquilo, y todos con la convicción de que en este país nunca hubo genocidio y fue inocente de lo que se le acusa” y que cometió en el marco de la guerra civil que vivió el país entre 1960 y 1996.
El exmilitar, sindicado de arrasar aldeas indígenas mayas durante su violento régimen, murió en su residencia en medio de un juicio por genocidio, el cual enfrentaba a puerta cerrada luego de que se le diagnosticara demencia senil y otros serios padecimientos médicos.
El exjefe de Estado había sido condenado el 10 de mayo de 2013 a 80 años de prisión por el delito de genocidio por un Tribunal de Mayor Riesgo, sin embargo, diez días después su condena fue anulada por fallas procesales por la máxima instancia penal del país, la Corte de Constitucionalidad (CC).
A Ríos Montt, el tribunal lo responsabilizó de la matanza de 1.771 indígenas mayas ixiles en el departamento de Quiché (norte) durante su gobierno de facto.
Ríos Montt llegó al poder por medio de un golpe de Estado el 23 de marzo de 1982 y fue derrocado de la misma forma por su ministro de la Defensa, Oscar Mejía Victores, el 8 de agosto de 1983.
Su corto periodo fue considerado uno de los más violentos durante los 36 años de guerra civil que ensangrentó el país, según un informe de la ONU presentado en 1999 donde se afirma que en Guatemala se cometió genocidio.
El documento precisó que entre 1978 y 1984 ocurrió el 91% de las violaciones de derechos humanos de la guerra, que dejó 200.000 muertos y desaparecidos.