A los 64 años de edad, falleció este martes el juez federal Claudio Bonadio, quien sustanciaba varias causas contra la actual vicepresidenta argentina, Cristina Kirchner y exfuncionarios de su gobierno cuando fue gobernante.
“En los últimos años había trabajado muchísimo, trabajamos juntos veinte años”, dijo entre sollozos Mónica, su secretaria, al confirmar al canal TN el deceso que ocurrió en la casa adonde vivía el magistrado en Buenos Aires.
Aunque no se informaron las causas de su muerte, Bonadio fue operado de la cabeza el año pasado y acababa de pedir una extensión de su licencia hasta el 1 de marzo. “Era muy reservado”, explicó su colaboradora.
El magistrado llevaba varios expedientes contra la viuda del expresidente Néstor Kirchner y fue el primer miembro del poder judicial en procesarla.
Entre sus casos más relevantes, encabezó la investigación de la llamada “causa de los cuadernos” que indagó una red de sobornos que involucraba a empresarios y exfuncionarios del gobierno de la entonces Jefa de Estado (2007-2015), caso por el que la actual vicepresidenta declaró en diciembre pasado, días antes de asumir su cargo.
Fernández intentó infructuosamente destituir a Bonadio a través del Consejo de la Magistratura adonde el juez acumuló medio centenar de denuncias por mal desempeño y parcialidad.
Juntos por el Cambio, la alianza del expresidente Maurcio Macri, emitió un comunicado lamentando la muerte del magistrado. “Es una enorme pérdida para la justicia”, dijo Graciela Ocaña, diputada de ese referente político.
Claudio Bonadio estuvo al frente de otras causas resonantes como la investigación del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) ocurrido en 1985, el peor ataque perpetrado en Argentina en el que murieron 85 personas y unas 300 resultaron heridas.
En esa causa resultó expulsado por la Cámara Federal que le reprochó falta de imparcialidad.
“Bonadio fue juez y parte, murió una persona que causó mucho daño y representó una parte muy oscura de la justicia, me hubiera gustado que pague por lo que hizo”, dijo al canal C5N el abogado defensor de Cristina Fernández, Gregorio Dalbón.
Había llegado a la justicia por nombramiento del expresidente Carlos Menem (1989-1999) tras haberse desempeñado como subsecretario de Legal y Técnica del entonces jefe de gabinete Carlos Corach durante el menemismo.
Su nombre fue mencionado como uno de los “jueces de la servilleta”, como se conoció a un puñado de magistrados que según denunció el exministro de Economía Domingo Cavallo figuraban en una servilleta escrita por Corach como “amigos del gobierno”.
Kirchner lo llamaba “el juez pistolero” en alusión a un robo que había sufrido el magistrado en 2001 en el cual mató a balazos a dos ladrones en plena calle.
Bonadio la había procesado al menos en cinco ocasiones, citado a decenas de indagatorias y dictado varias veces la prisión preventiva que nunca fue efectiva ya que desde 2007 Kirchner goza de fueros, primero como mandataria, luego como senadora y ahora como vicepresidenta de la Nación.
“En los últimos años había trabajado muchísimo, trabajamos juntos veinte años”, dijo entre sollozos Mónica, su secretaria, al confirmar al canal TN el deceso que ocurrió en la casa adonde vivía el magistrado en Buenos Aires.
Aunque no se informaron las causas de su muerte, Bonadio fue operado de la cabeza el año pasado y acababa de pedir una extensión de su licencia hasta el 1 de marzo. “Era muy reservado”, explicó su colaboradora.
El magistrado llevaba varios expedientes contra la viuda del expresidente Néstor Kirchner y fue el primer miembro del poder judicial en procesarla.
Entre sus casos más relevantes, encabezó la investigación de la llamada “causa de los cuadernos” que indagó una red de sobornos que involucraba a empresarios y exfuncionarios del gobierno de la entonces Jefa de Estado (2007-2015), caso por el que la actual vicepresidenta declaró en diciembre pasado, días antes de asumir su cargo.
Fernández intentó infructuosamente destituir a Bonadio a través del Consejo de la Magistratura adonde el juez acumuló medio centenar de denuncias por mal desempeño y parcialidad.
Juntos por el Cambio, la alianza del expresidente Maurcio Macri, emitió un comunicado lamentando la muerte del magistrado. “Es una enorme pérdida para la justicia”, dijo Graciela Ocaña, diputada de ese referente político.
Claudio Bonadio estuvo al frente de otras causas resonantes como la investigación del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) ocurrido en 1985, el peor ataque perpetrado en Argentina en el que murieron 85 personas y unas 300 resultaron heridas.
En esa causa resultó expulsado por la Cámara Federal que le reprochó falta de imparcialidad.
“Bonadio fue juez y parte, murió una persona que causó mucho daño y representó una parte muy oscura de la justicia, me hubiera gustado que pague por lo que hizo”, dijo al canal C5N el abogado defensor de Cristina Fernández, Gregorio Dalbón.
Había llegado a la justicia por nombramiento del expresidente Carlos Menem (1989-1999) tras haberse desempeñado como subsecretario de Legal y Técnica del entonces jefe de gabinete Carlos Corach durante el menemismo.
Su nombre fue mencionado como uno de los “jueces de la servilleta”, como se conoció a un puñado de magistrados que según denunció el exministro de Economía Domingo Cavallo figuraban en una servilleta escrita por Corach como “amigos del gobierno”.
Kirchner lo llamaba “el juez pistolero” en alusión a un robo que había sufrido el magistrado en 2001 en el cual mató a balazos a dos ladrones en plena calle.
Bonadio la había procesado al menos en cinco ocasiones, citado a decenas de indagatorias y dictado varias veces la prisión preventiva que nunca fue efectiva ya que desde 2007 Kirchner goza de fueros, primero como mandataria, luego como senadora y ahora como vicepresidenta de la Nación.