La líder opositora bielorrusa Svetlana Tijanóvskaya denunció este lunes una nueva oleada represiva tras la detención la víspera de 1.000 personas en la manifestación semanal contra el presidente Alexander Lukashenko.
Según la ONG de defensa de los derechos humanos Viasna, la policía detuvo a 1.048 personas el domingo, la cifra más elevada desde agosto, cuando las protestas contra la elección de Lukashenko estaban en su momento culminante.
“Hubo más de mil detenidos y cientos de personas recibieron bastonazos y patadas”, denunció la opositora exiliada en Lituania poco después del escrutinio que ella consideró haber ganado.
Todos los domingos desde agosto, miles de bielorrusos se manifiestan en las calles de la capital para pedir la dimisión del presidente Alexander Lukashenko.
Sin embargo, Lukashenko no cedió a la presión y multiplicó los actos contra la oposición, deteniendo o empujando al exilio a las principales figuras de las protestas.
Tras un momento de calma a finales del verano, las actuaciones policiales contra los manifestantes se han agravado estas últimas semanas, en un momento en el que las movilizaciones parecen perder fuerza.
Tijanóvskaya reconoció que el combate de la oposición “se presenta como una maratón”.
Tijanóvskaya recibió el apoyo de la mayoría de los gobiernos occidentales, mientras que su rival Lukashenko cuenta con el respaldo de Rusia, la potencia regional.
