La periodista argentina, Griselda Blanco, quien había denunciado abusos policiales y malas praxis médica en la provincia de Corrientes, fue encontrada ahorcada y golpeada, según informaron fuentes policiales.
El sábado, Blanco fue hallado colgada por uno de sus hermanos en su domicilio en la ciudad de Curuzú Cuatiá y, tras las primeras pericias, se descartó la hipótesis de suicidio. Los investigadores apuntan a un femicidio, por lo que su expareja, también periodista de nombre Armando Jara, fue detenido durante el domingo.
Los accesos al inmueble no fueron violentados, señaló un investigador a la agencia oficial Télam, añadiendo que se encontraron pelos en las manos de la víctima “que podrían ser señales de que se defendió del ataque”.
Lautaro Cesano, hijo de Blanco, planteó la duda sobre Jara y su vinculación con el crimen. “No creo que femicidio sea el calificativo que haya que darle a esto. (…) En mi opinión, no creo que Jara haya tenido algo que ver con esto, aunque aclaro que estamos esperando las pericias y los resultados”, recalcó.
Asimismo, agregó que su madre había recibido amenazas vía papel sobre supuestos abusos en la policía de Corrientes, los cuales fueron publicados en su portal “Griselda Blanco Noticias”. Según consignó el diario El Litoral, Blanco era “una periodista crítica y muy comprometida con varias causas”. De hecho, en su perfil de Facebook, la periodista denunciaba casos policiales de la comunidad, abusos policiales y venta de droga.
En su última publicación, la comunicadora social acusó de mala praxis al hospital local, quien habría derivado en la muerte de una amiga suya. Debido a este caso, recibió amenazas.
Por su parte, la Federación Argentina de Trabajadores de Prensa (Fatpren), señaló por medio de un comunicado su “profunda preocupación” y enfatizó en que “la compañera venía denunciando mala praxis en el hospital local y al poder político y policial”.