El piloto ruso, Maxim Kuzminov, quien había desertado el pasado mes de agosto para entregarse al Ejército ucraniano, fue asesinado a tiros el pasado 13 de febrero en un garaje de la localidad costera de Villajoyosa, al este de España. 

La noticia fue confirmada este lunes a EFE por fuentes cercanas a la investigación. Asimismo, trascendió que desde el inicio de las indagaciones, la Guardia Civil española investigó el crimen como un ajuste de cuentas, debido a que el sujeto recibió al menos seis impactos de bala. Además, de acuerdo a testigos presenciales, el vehículo en el que escaparon los asesinos habría pasado por encima del cuerpo de la víctima. 

Por otra parte, la documentación que se encontró del fallecido, no era la de Kuzminov, ya que esta correspondía a un ucraniano de 33 años. No obstante, las fuentes consultadas por EFE confirmaron que se trataba del piloto ruso. 

Otra fuente perteneciente a la inteligencia militar ucraniana (GUR), manifestó al medio ucraniano, Ukrainska Pravda, que Kuzminov murió baleado, y que cerca de su domicilio se encontró un vehículo calcinado, el cual podría haber sido ocupado por los asesinos. 

En la misma línea, este miembro del GUR indicó que el hombre había decidido ir a vivir a España, en vez de quedarse en Ucrania.

Cabe destacar que la deserción del piloto ruso se reveló en septiembre del 2023, después de que el Ejército ucraniano publicara unas imágenes donde el piloto explicaba que fue contactado por la inteligencia militar enemiga, quienes le ofrecieron pasarse al lado ucraniano a cambio de dinero y protección.

En tanto, el jefe del GUR ucraniano, Kirilo Budanov, señaló en su momento que Kuzminov cruzó la frontera volando por debajo del área de detección de los radares, junto con otros miembros de la tripulación rusa, soldados que desconocían el plan, y que murieron cuando intentaban huir luego del aterrizaje. A la vez, Budanov sostuvo que habían logrado sacar de Rusia a la familia del desertor.