Una mujer de Viena, Austria, encontró en su inodoro una serpiente de casi un metro de largo, en lo que constituye el segundo caso de este tipo durante esta semana en el país.

La ciudadana de 68 años llamó a la policía cuando vio al reptil intentando salir de su WC, aunque éste reaccionó con temor y se escondió ante su presencia. Producto de ello, cuando los agentes llegaron no encontraron nada y se fueron.

Tres horas después, la mujer volvió a ver a la serpiente, y le tomó una foto. En seguida, llamó de nuevo a los policías, les mostró la imagen dando prueba de la situación, y procedieron a retirarla y trasladarla a un centro de conservación para animales. Era una pitón.

Hasta ahora se desconoce el lugar de procedencia del animal y su posible dueño.

Por otra parte, un hecho similar en Austria lo protagonizó un hombre de la ciudad de Graz, quien fue mordido el lunes pasado en sus genitales por una pitón reticulada albina. El ejemplar se escapó de la casa de su vecino y llegó a su baño a través de las cañerías.

La situación preocupa a las autoridades del país, pues recientemente se dio a conocer otro suceso de similares características, aunque con resultado de muerte. Un hombre de 24 años de la ciudad de Enns, con amplia experiencia en el cuidado de reptiles y una gran colección de serpientes en su casa, falleció en el hospital horas después de ser mordido por una de sus serpientes.

Según precisan las autoridades, la causante del ataque fue una víbora del cuerno, considerada la especie más venenosa y peligrosa de Europa, que el sujeto tenía en su casa de forma ilegal.