Cuatro abogados representantes del Gobierno anunciaron que fue presentada la primera querella por “el que baila, pasa”, la controvertida forma de protesta que se masificó en las últimas semanas en las manifestaciones luego de la explosión social en el país.
Se trata de los juristas Jorge Bofill, Samuel Donoso, Marcelo Sanfeliú y Gabriel Zaliasnik, quienes están cargo de la representación del Ejecutivo en las investigaciones penales por hechos delictuales durante la crisis social. Los profesionales señalaron que la querella fue interpuesta contra una persona que habría apuntado con un arma a un taxista quién se negó a participar.
“Hay una persona que está detenida -que se vio en los medios, la televisión- porque le apunta con una pistola a un taxista para que se baje a bailar y el taxista no se bajó y ‘pagó el pato’ y le abollaron el auto”, explicó Bofill a El Mercurio.
Además, Bofill se mostró crítico al tratamiento mediático de las manifestaciones, ya que se mira todo “como una gran fiesta. Me parece una irresponsabilidad gigantesca”, señaló. Ya que “lamentablemente la gente empieza a creer que eso es verdad, que aquí el derecho a manifestarse puede ser ‘el que baila, pasa’ o pararme en la mitad de la calle a impedir el tránsito y de ahí a la autodefensa o violencia de distintos sectores hay un paso”.
Sanfeliú fue drástico y declaró que este tipo de manifestaciones callejeras es propio de los regímenes totalitarios, incluso es una forma de tortura, de reírse de la gente, y cuando estos grupos de personas lo asumen y lo normalizan, están normalizando algo que puede ser el germen de cuestiones mucho más complejas”.
Se trata de los juristas Jorge Bofill, Samuel Donoso, Marcelo Sanfeliú y Gabriel Zaliasnik, quienes están cargo de la representación del Ejecutivo en las investigaciones penales por hechos delictuales durante la crisis social. Los profesionales señalaron que la querella fue interpuesta contra una persona que habría apuntado con un arma a un taxista quién se negó a participar.
“Hay una persona que está detenida -que se vio en los medios, la televisión- porque le apunta con una pistola a un taxista para que se baje a bailar y el taxista no se bajó y ‘pagó el pato’ y le abollaron el auto”, explicó Bofill a El Mercurio.
Además, Bofill se mostró crítico al tratamiento mediático de las manifestaciones, ya que se mira todo “como una gran fiesta. Me parece una irresponsabilidad gigantesca”, señaló. Ya que “lamentablemente la gente empieza a creer que eso es verdad, que aquí el derecho a manifestarse puede ser ‘el que baila, pasa’ o pararme en la mitad de la calle a impedir el tránsito y de ahí a la autodefensa o violencia de distintos sectores hay un paso”.
Sanfeliú fue drástico y declaró que este tipo de manifestaciones callejeras es propio de los regímenes totalitarios, incluso es una forma de tortura, de reírse de la gente, y cuando estos grupos de personas lo asumen y lo normalizan, están normalizando algo que puede ser el germen de cuestiones mucho más complejas”.