Trabajadores humanitarios de Médicos sin Fronteras (MSF) recurrieron a jóvenes prostitutas durante sus misiones en África o les canjeaban medicamentos a cambio de relaciones sexuales, denunciaron exempleados de la organización a la cadena británica BBC.
Al ser consultada por la AFP, la organización MSF dijo que tomaba “en serio” estas acusaciones, pero que no estaba en condiciones de confirmarlas.
MSH hizo un llamado a “cualquier persona que tenga inquietudes, a señalarlas a través de los mecanismos de confidencialidad de MSF de manera de que podamos actuar”, apuntó.
“No toleramos los abusos, el acoso ni la explotación en el seno de MSF”, insistió la organización en un comunicado y lamentó la situación de las personas que fueron víctimas en estos casos.
“Tenemos mecanismos de presentación de informes para recopilar quejas, pero sabemos que tenemos que hacer más para asegurarnos de que sean conocidos, dignos de confianza y utilizados por las personas que los usan”, agregó la ONG.
Según la BBC, estas acusaciones apuntan contra responsables de la logística en el organismo en Kenia, Liberia y África Central, y no están implicados médicos ni enfermeros.
“Tenía un colega más mayor, que instaló a una mujer en la base (de la ONG). Estaba claro que se trataba de una prostituta pero él la llamaba su novia. Ella pasaba una noche tras otra con él”, contó una de las exempleadas, que trabajaba con los enfermos de sida en África Central.
“Él tenía unos 50 años, y ella era mucho, pero mucho más joven. Era muy flagrante”, agregó bajo condición de anonimato.
Otra fuente dijo haber visto a un integrante del equipo, con experiencia, basado en Kenia, traer chicas a los alojamientos de MSF. “Las chicas eran muy jóvenes y el rumor era que ellas eran prostitutas”, dijo tras agregar que era “implícito” que estaban allí por sexo.
Algunos trabajadores humanitarios “mayores” aprovechaban su posición de poder para llegar a estas jóvenes.
“Sin ninguna duda había abuso de poder. Estaban allí desde hacía tiempo, aprovechaban de su aura de trabajador humanitario occidental. Quizás la dirección no estaba al tanto, pero se sentía claramente que algunos hombres que se comportaban como depredadores se percibían como demasiado importantes para caer”, según la investigación.
Una tercera fuente que encendió las alertas narró cómo uno de sus colegas se vanagloriaba de tener relaciones sexuales a cambio de medicamentos con chicas jóvenes que habían perdido a sus padres durante la epidemia del Ébola en Liberia. “Él decía, ‘Oh, es muy fácil. Es tan fácil intercambiar medicamentos con estas chicas fáciles de Liberia’”, confió la fuente.
Estas acusaciones se producen después del escándalo provocado por las revelaciones de abusos sexuales cometidos por algunos empleados de la ONG británica Oxfam luego del terremoto que devastó Haití en 2010.
Al ser consultada por la AFP, la organización MSF dijo que tomaba “en serio” estas acusaciones, pero que no estaba en condiciones de confirmarlas.
MSH hizo un llamado a “cualquier persona que tenga inquietudes, a señalarlas a través de los mecanismos de confidencialidad de MSF de manera de que podamos actuar”, apuntó.
“No toleramos los abusos, el acoso ni la explotación en el seno de MSF”, insistió la organización en un comunicado y lamentó la situación de las personas que fueron víctimas en estos casos.
“Tenemos mecanismos de presentación de informes para recopilar quejas, pero sabemos que tenemos que hacer más para asegurarnos de que sean conocidos, dignos de confianza y utilizados por las personas que los usan”, agregó la ONG.
Según la BBC, estas acusaciones apuntan contra responsables de la logística en el organismo en Kenia, Liberia y África Central, y no están implicados médicos ni enfermeros.
“Tenía un colega más mayor, que instaló a una mujer en la base (de la ONG). Estaba claro que se trataba de una prostituta pero él la llamaba su novia. Ella pasaba una noche tras otra con él”, contó una de las exempleadas, que trabajaba con los enfermos de sida en África Central.
“Él tenía unos 50 años, y ella era mucho, pero mucho más joven. Era muy flagrante”, agregó bajo condición de anonimato.
Otra fuente dijo haber visto a un integrante del equipo, con experiencia, basado en Kenia, traer chicas a los alojamientos de MSF. “Las chicas eran muy jóvenes y el rumor era que ellas eran prostitutas”, dijo tras agregar que era “implícito” que estaban allí por sexo.
Algunos trabajadores humanitarios “mayores” aprovechaban su posición de poder para llegar a estas jóvenes.
“Sin ninguna duda había abuso de poder. Estaban allí desde hacía tiempo, aprovechaban de su aura de trabajador humanitario occidental. Quizás la dirección no estaba al tanto, pero se sentía claramente que algunos hombres que se comportaban como depredadores se percibían como demasiado importantes para caer”, según la investigación.
Una tercera fuente que encendió las alertas narró cómo uno de sus colegas se vanagloriaba de tener relaciones sexuales a cambio de medicamentos con chicas jóvenes que habían perdido a sus padres durante la epidemia del Ébola en Liberia. “Él decía, ‘Oh, es muy fácil. Es tan fácil intercambiar medicamentos con estas chicas fáciles de Liberia’”, confió la fuente.
Estas acusaciones se producen después del escándalo provocado por las revelaciones de abusos sexuales cometidos por algunos empleados de la ONG británica Oxfam luego del terremoto que devastó Haití en 2010.