En las últimas semanas Dilenka Peirano ha debido contener a hombres y mujeres con grandes crisis existenciales. El prolongado confinamiento ha removido sus raíces más profundas –comenta- y ella, como terapeuta holística transpersonal, los ha ayudado a transitar, con una más mirada elevada, por este pasaje de oscuridad.
Dueña de una gran sensibilidad y empatía, esta mujer, que además es tarotista, y canalizadora, dice que hay personas que han sufrido más marcadamente estas revoluciones internas, porque la pandemia “nos ha llevado a vivir un gran duelo mundial por la pérdida de tantas vidas en todo el mundo y nos ha enfrentado al miedo de la muerte. Nos hemos dado cuenta que nada de lo teníamos en nuestra vida, como el trabajo, estabilidad económica, bienes materiales , nos sirvieron para evitar la llegada de este virus que nos hizo mirar cara a cara el fin de la vida”.
A nivel planetario –añade- la gente ha observado “que ni las grandes potencias estaban preparadas para enfrentar esta gran catástrofe. Esto nos ha llevado también–remarca- a un gran aprendizaje: primero, el tener que aprender a sobrevivir cuidándonos unos a otros, haciéndonos comprender que no estamos solos en el mundo individualista que llevábamos. Nos hemos ido dando cuenta que el trabajo de cuidar de nuestra vida también involucra cuidar y respetar la vida del otro, porque estamos unidos en este mundo. La unificación como humanidad es el pilar fundamental de la transformación de nuestra sociedad”.
AGRADECER POR LO VIVIDO
En su consulta, vía telemática, Dilenka -madre de dos hijos de 25 y 19 años- lleva a sus pacientes hacia una mira interna y a constatar el aprendizaje logrado en estas semanas de encierro.
“Los ayudo a reflexionar respecto a lo que han aprendido en este periodo. El confinamiento ha sido el gran aprendizaje de esta pandemia ya que nos llevó a detener nuestro día día, a veces rutinario, donde muchos no tenían tiempo de apreciar a sus seres amados. Este tiempo nos ha llevado a aprender que la vida es en comunidad, a ver lo importante que son nuestras relaciones interpersonales y a poner el foco en lo que verdaderamente es trascendente”, dice.
Para algunos estas semanas han sido un periodo de instropección y crecimiento personal, añade. “Este stop en sus vidas los ha llevado a ver y a analizar cómo vivían ante y cómo querrán vivir de ahora en adelante”.
Dilenka remarca la importancia de agradecer respecto a lo aprendido para luego aventurarse a hacer sin dudar “los cambios que nos hemos dado cuenta que son realmente necesarios en nuestras vidas”.
¿Debemos dar los pasos para enfrentar una vida distinta?, ¿estamos preparados para ello en Chile?
-La vida no será la misma después de este periodo, ahora comienza la gran toma de conciencia individual y mundial. En Chile acaecerán grandes cambios en los ámbitos sociales. Los políticos serán más conscientes de las verdaderas necesidades de la población. Esto sucederá, porque todos nos hemos enfrentado al miedo de la muerte que nos ha llevado a analizar profundamente nuestra existencia, a revisar qué hemos hecho bien y mal. Soy una convencida de que en el país ocurrirá un gran cambio de conciencia en los próximos cinco años.
REVOLUCIÓN TRAS LOS ECLIPSES
Dilenka Peirano es además canalizadora –recibe el mensaje de seres de luz de vibración elevada- y desde el inicio de la pandemia le ha llegado el mensaje de que la crisis sanitaria será contenida de mejor manera con la llegada de la luz. Está convencida de que ello puede ocurrir en octubre próximo.
“Entre octubre y diciembre se internalizará el aprendizaje a vivir esta nueva vida. El verano será más benevolente, sin tantas restricciones”, remarca.
El mundo está experimentando una convulsión, se está afectando el tejido de la Tierra, y luego del caos nacerá un nuevo ser humano, anticiparon los incas. Es lo que han llamado el Pachakutic.
Dilenka proyecta también una gran revolución energética en el mundo, y por supuesto en Chile. Esto se empezó a gestar –dice- en el eclipe solar total del 2 de julio del año pasado. El fenómeno astronómico tuvo su punto de oscuridad total desde la localidad de Domeyko, en la Región de Atacama, hasta el balneario de Guanaqueros, en la Región de Coquimbo.
El 14 de diciembre próximo habrá un eclipse total de Sol que cruzará la Región de La Araucanía y parte de la Región de Los Ríos, siendo visible, de manera parcial, en todo el territorio.
“El eclipse del año pasado fue el inicio de la gran revolución energética; dio el impulso a los grandes cambios. Lamentablemente, la humanidad no evoluciona o toma conciencia sino que hasta que vive una catástrofe. Después de cada evento triste planetario se aprende y se hacen los cambios necesarios para no volver a repetirlos. La pandemia es un gran aviso de toma de conciencia para modificar el mal funcionamiento de las instituciones y poderes que gobiernan los países”, pone el acento.
Tras el eclipse de diciembre – añade- vendrá un gran impulso. Aquellas personas que vivieron esta pandemia con reflexión podrán cocrear realmente la vida que anhelan, especialmente en los próximos dos años.
“Nos tocará vivir un impulso energético que va dirigido a todo el mundo, Es una energía purificadora y de iluminación también de gran trasmutación de todo lo malo y oscuro del 2019 al 2020. Se dará inicio a un tiempo de reconstrucción. Lo más importante será tener claro que todo debe ser construido en armonía”, destaca.
LA HORA DE LAS MUJERES
Unida a esta gran revolución energética se suscitará el despertar femenino, remarca Dilenka.
“Será el tiempo de las mujeres. Yo lo llamaría el tiempo de la unificación de la energía de la mujer que traerá grandes tiempos de transformación. Será una energía por esencia creativa, de integración, empática, incluyente, unificadora, fuerte luchadora por los derechos no solo de ellas sino de todos en igualdad”.
Y añade que las mujeres estarán cada vez más empoderadas.
“Será el gran reconocimiento de ella misma como ser independiente de otro, pero unificada con su gran hermandad que somos todas. Las mujeres de los nuevos tiempos van a tomar gran poder en nuestra sociedad ya que serán mujeres que trabajarán para construir una sociedad más justa e igualitaria. Gracias a nuestro gran sentido de integración no excluyente, el trabajo de nosotras va más allá del género, o diversidad sexual; va por la igualdad de derechos para todos”, remarca.
UNA LEY PARA ANTONIA
Dilenka se detiene un rato y menciona a Antonia Barra, la joven que se suicidió tras ser violada por Martín Pradenas, quien se encuentra en prisión preventiva en la cárcel de Valdivia.
Con su capacidad de canalizadora ha podido percibir –asegura- que la joven se encuentra en paz y que su mejor legado será la ley que llevará su nombre y que busca ayudar a las víctimas de abuso sexual.
“Antonia sigue viva dentro de cada una de las mujeres que hoy alzamos la voy para pedir justicia por ella y por todas las que han callado abusos y violación por miedo a no ser escuchadas. Han guardado este dolor en lo más profundo de su ser. Hoy sentimos el dolor y la angustia que esta hermosa joven vivió el último mes de su vida, ese dolor que le quitó su hermosa belleza su linda mirada y extraordinaria alegría”.
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