Astrobotic, fabricante del frustrado módulo lunar Peregrine, cargado con instrumentos de la NASA, ha decidido poner fin a la misión, la cual despegó el 8 de enero pasado, fijando rumbo de vuelta a la Tierra, lo que producirá su desintegración en la atmósfera.

Debido a la pérdida de combustible que le impidió a Peregrine alcanzar su meta de llegar a la Luna, la NASA había recomendado “dejar que la nave espacial se queme durante su reingreso a la atmósfera terrestre”. En este sentido, al tratarse de una misión privada, la decisión final debía ser tomada por Astrobotic.

“En última instancia, debemos equilibrar nuestro propio deseo de prolongar la vida de Peregrine, operar cargas útiles y aprender más sobre la nave espacial, con el riesgo de que nuestra nave espacial dañada pueda causar un problema en el espacio cislunar”, explicó la compañía en un comunicado.

Asimismo, indicaron que “como tal, hemos tomado la difícil decisión de mantener la trayectoria actual de la nave espacial para volver a entrar en la atmósfera de la Tierra. Al poner fin responsablemente a la misión de Peregrine, estamos haciendo nuestra parte para preservar el futuro del espacio cislunar para todos”. 

A pesar del problema que existió con el sistema de propulsión, el equipo de la misión pudo estabilizar el vehículo, encender todas las cargas útiles activas y permitir la recopilación de datos de la carga útil. No obstante, mientras la nave espacial seguía operando en el espacio tras 6 días y 16 horas, Peregrine continuaba perdiendo propulsor.

Aunque Astrobotic cree que es posible que la nave espacial funcione durante varias semanas más, y podría haber elevado la órbita para no tocar la Tierra, “debe tenerse en cuenta el estado anómalo del sistema de propulsión y utilizar la capacidad a bordo del vehículo para finalizar la misión de manera responsable y de forma segura”. 

Peregrine se encontraba este domingo a unos 376.000 kilómetros de distancia, y pronto regresará a la atmósfera de la Tierra. “Estamos trabajando con la NASA para continuar actualizando y evaluando la ruta de reingreso controlado de Peregrine. No creemos que el reingreso de Peregrine represente riesgos para la seguridad y la nave espacial se quemará en la atmósfera de la Tierra”, añadieron.

Cabe destacar que en un principio, la fallida misión tenía como objetivo llegar al satélite natural el 23 de febrero, lo que la convertiría en la primera nave estadounidense en alunizar desde 1972.