Soto señaló que “independiente de su sexo, los alumnos podrán indicar cómo quieren ser llamados, dejando atrás tristes episodios de discriminación que no reconocían su identidad de género”. “Los alumnos que lo estimen pertinente podrán solicitar y utilizar este derecho, con el objetivo que sean reconocidos por sus compañeros de estudio, profesores y la comunidad universitaria. Esto no se limita a los temas de trato, sino que también se materializa en los tramites y aspectos administrativos”, explicó.
“Las universidades no podemos estar al margen de las demandas y cambios que vive la sociedad. Con mayor razón si se trata del respeto y dignidad que toda persona merece”, añadió.
“En nuestra casa de estudios existe además una plataforma de denuncias ante los casos de acoso y violencia. A lo que se suma la reciente creación de la Dirección de Equidad de Género y Diversidad”, indicó el rector.
Finalmente, recalcó que “fueron los estudiantes y la federación parte fundamental en la incorporación de esta medida que nos llevó a desarrollar este protocolo”.