El gobernador regional del Biobío, Rodrigo Díaz (ex DC), suscitó cuestionamientos este jueves por haber pedido la renuncia del ministro del Interior, Rodrigo Delgado, tras el ataque incendiario que dejó a dos personas fallecidas y tres cabañas destruidas en Tirúa.
El delegado presidencial en la Región, Patricio Kuhn, emplazó a la autoridad a “dejar de lado la política pequeña”.
El delegado de la Macrozona Sur, Pablo Urquízar, dijo este viernes que “el Estado tiene que estar a la altura, y eso significa dejar de lado la cosa pequeña, el aprovechamiento político. Acá las víctimas son de izquierda y derecha, mapuche y no mapuche”, comentó Urquízar a Radio Cooperativa.
Según dijo, luego de que se dio a conocer el atentado, cerca de las 4:30 horas del jueves, tanto él como Kuhn llegaron a las 8:00 horas, mientras que “a las 9 horas el gobernador, que estaba muy tranquilo en su oficina, calentito, estaba solicitando la renuncia del ministro del Interior sin tener un antecedente fáctico de lo que estaba pasando en el lugar”.
“Eso me parece de una irresponsabilidad y un aprovechamiento político extremadamente bajo. En vez de preocuparse de la mamá de la niña que fue asesinada, estaba sacando provecho político”, acusó.
Añadió que mientras Díaz era intendente, aumentaron “los hechos de violencia” en la región y se registraron “graves asesinatos en el marco de la violencia rural”.
Urquízar adelantó que el Gobierno se reunirá con el Poder Judicial en la zona, tan afectada durante los últimos meses por este tipo de violentos hechos, para evaluar “cómo no sólo le damos más seguridad a los jueces cuando la piden, sino también cómo actuamos de manera más coordinada, mancomunada y colaborativamente, entendiendo que cada uno tiene que cumplir su rol”.
“Nadie le está pidiendo a la justicia que beneficie ni perjudique, sino que imparta justicia cuando esto corresponde (…) Con el Ministerio Público y las policías seguimos trabajando con distintas estrategias para poder dar seguridad y perseguir a quienes cometen los delitos”, cerró.
