En un comunicado emitido por su partido, Primero Justicia (PJ), Borges aseguró que el Ejecutivo “permanece inmóvil ante el avance de la hiperinflación” y calificó esta inacción de “sumamente peligrosa”.
“Estamos ante una ola que amenaza con arrasar lo poco que queda en pie. Si la inflación de noviembre y diciembre se mantiene entre 40% y 50%, y nada indica que no vaya a ser así, cerrará este año con un salto de 2.000%”, dijo el opositor.
Según cifras de la Comisión de Finanzas del Parlamento, Venezuela registró en octubre una inflación del 45,5% y tiene una inflación acumulada del 825,7% en lo que va de año.
Firmas privadas como Econométrica, en cambio, situaron la inflación de octubre en un 50,6%, lo que supondría que el país ha entrado en hiperinflación al rebasar por primera vez en su historia el umbral del 50%.
Ni el Banco Central de Venezuela ni el Gobierno ofrecen datos sobre inflación desde 2015.
Entre las medidas urgentes exigidas por Borges está disminuir la creación de dinero para cubrir el gasto público e impulsar la producción nacional, que ha caído estrepitosamente desde el inicio en 1999 de la llamada revolución bolivariana.
Otra de las decisiones que demanda a Maduro es el desmantelamiento del control del cambio de divisas.
“El control de cambio fracasó y no es posible que el país siga regalando los pocos dólares que le quedan a la fantasiosa tasa de 10 bolívares por dólar”, dijo Borges en referencia a la tasa de cambio preferencial a la que el Gobierno vende algunos de los dólares que adjudica.
El Gobierno ofrece a empresas privadas dólares a distintos tipos de cambio dependiendo del destino de las divisas asignadas. El tipo de cambio oficial de referencia está fijado en estos momentos a 3.345 bolívares el dólar. Sin embargo, el dólar se compra en el mercado paralelo a más de 50.000 bolívares.
“Deben aceptar que el control de precios no funciona y la mejor evidencia es que estamos en hiperinflación”, prosiguió Borges, que pidió escuchar a los empresarios y eliminar “las trabas que impiden producir en Venezuela” para acabar así con “la desnutrición infantil” y otros problemas sociales que atraviesa el país.