Vestido con camisa roja, Maduro fue el primero en depositar lo que llamó un “voto por la paz” en un colegio del oeste de Caracas, adonde acudió con su esposa, Cilia Flores, y dirigentes del partido de gobierno.
“Ha querido el emperador Donald Trump prohibirle al pueblo ejercer el derecho al voto (…) y yo dije llueva, truene o relampaguee habrá elecciones y Asamblea Constituyente”, dijo Maduro luego de votar.
El triunfalismo no es para menos. Contra viento y marea, el mandatario llevó a puerto su polémico proyecto: un as bajo la manga que sacó en medio de la ola de protestas que exigen, desde hace cuatro meses, su salida del poder.
Muertes por balas y perdigones, linchamientos, saqueos, edificios y vehículos quemados, ciudades semiparalizadas agravaron la crisis de un país polarizado y al borde del colapso económico. “Vine a votar para decirle a los gringos y a los opositores que queremos la paz, no la guerra, que apoyamos a Maduro”, aseguró Ana Contreras en un centro electoral de un barrio popular del este de Caracas.
“Fraude constituyente y electoral”
Tras no lograr detener la Constituyente con marchas, huelgas y bloqueos, la oposición hará una concentración este domingo en Caracas y llamó a poner barricadas en vías de todo el país, pese a que el gobierno amenazó con apresar a quienes boicoteen la votación.“Quedará constancia de que ese fraude constituyente y electoral es el más grave error histórico que pudo cometer Maduro“, aseguró el diputado Freddy Guevara, a nombre de la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Militares irrumpieron con violencia en la madrugada en algunas zonas como en El Paraíso, oeste de Caracas, donde había opositores trancando calles. La MUD se marginó de la Constituyente, alegando que no fue convocada en un referendo previo y que su sistema comicial fue diseñado para que el gobierno la controle y redacte una Carta Magna que instaure una dictadura comunista.
El problema de una revolución
Maduro y su Constituyente cuentan con apoyo de los poderes judicial, electoral y militar. Pero más de un 80% de la ciudadanía rechaza su gestión y un 72% su proyecto, según la encuestadora Datanálisis.“No fue convocada para resolver los problemas del país sino el de una revolución: No puede ganar elecciones”, aseguró Luis Vicente León, presidente de Datanálisis.
El presidente sostiene que la Constituyente es necesaria para traer la paz y salvar la economía de un país que, pese a su riqueza petrolera, sufre una severa escasez de alimentos y medicinas.
Aunque dice querer la paz, figuras claves que estarán en la Constituyente, como el poderoso Diosdado Cabello, amenazaron con que la Constituyente enviará a varios a la cárcel, y podrá desmantelar al Parlamento de mayoría opositora y a la Fiscalía.
Confesa chavista, la fiscal general, Luisa Ortega, denunció una ruptura del orden constitucional y llamó a rechazar la Constituyente, provocando una deserción en filas del chavismo.
Aislamiento internacional
A medida que Maduro avanzó con su iniciativa, fue poniendo a su país en colisión con Estados Unidos, comprador de 800.000 barriles de los 1,9 millones que produce, y con gobiernos de Latinoamérica y Europa.El gobierno de Donald Trump impuso sanciones a 13 funcionarios y militares cercanos a Maduro, entre ellos a la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, acusados de quebrar la democracia, violación de derechos humanos o corrupción.
Colombia y Panamá anunciaron que desconocerán la Constituyente, y Washington amenazó con más sanciones. “La dictadura se está autoaislando”, aseguró Guevara. El presidente socialista acusa a la oposición de intentar un golpe de Estado con apoyo de Washington y “gobierno lacayos”.
Tensión al máximo
La elección genera temores. Muchos se abastecieron de alimentos o salieron del país. Estados Unidos, Canadá y México pidieron a sus ciudadanos no viajar a Venezuela y varias aerolíneas importantes suspendieron vuelos.Según el analista Benigno Alarcón, el gobierno busca evitar una alta abstención que reste legitimidad a la Constituyente, tras los 7,6 millones de votos que la MUD asegura que logró en el plebiscito simbólico que hizo hace dos semanas contra esa iniciativa.
Debido al método de elección, que combina sufragio por territorios y sectores sociales, 62% de los 19,8 millones de electores podrán votar dos veces.
Todo ello dificulta el cálculo de participación, según el experto electoral Eugenio Martínez. Hasta el momento no se sabe si lo que anunciará el CNE al final de la jornada serán votos o votantes.