En una declaración conjunta señalaron en que se hizo justicia a pesar de que el Arzobispado de Santiago había manifestado que el causante de los delitos no era una persona jurídica, además de decir que los actos estaban prescritos.
Asimismo, reiteraron que los cardenales Ricardo Ezzati y Francisco Javier Errázuriz sí encubrieron, como lo dice el mismo fallo, sostuvieron.
“Según la Corte de Apelaciones ha quedado demostrado que el Arzobispado ‘ha sido negligente en su proceder en términos tales que pueden ser calificados como propios de un encubrimiento que da origen a la configuración de un ilícito civil'”, remarcaron los denunciantes.
Murillo, Hamilton y Cruz se mostraron además conformes con el fallo, en especial por las cientos de víctimas que han generado los actos delictivos de sacerdotes y religiosos.
“Si bien no es un motivo de alegría, sí estamos conformes ya que ha sido un largo tiempo, más de 20 años en algunos casos, en los que en distintas formas hemos buscado justicia y reparación, no tanto por nosotros, sino porque sabemos que la justicia es la única manera de garantizar que este tipo de crímenes no vuelvan a ocurrir”, manifestaron.
En ese sentido, Hamilton calificó como “histórica” la resolución de la Corte y aseguró que “acá se le acusa a la Iglesia de encubrimiento y desprotección y negligencia. Cualquier víctima, si es que la Iglesia llegase a actuar como encubrimiento o con negligencia, tendrá el derecho a demandar a la institución que no preste el debido cuidado, con este caso como precedente”.
Las víctimas de Karadima agradecieron al administrador apostólico del Arzobispado de Santiago Celestino Aós por no apelar al fallo del tribunal de alzada, lo que dice, dijeron, que hay nuevos aires en la Iglesia.
El Arzobispado de Santiago no apelará a la Corte de Apelaciones de Santiago y destacó que el falló no establece encubrimiento.