El nuevo embajador de Chile en Argentina, José Antonio Viera-Gallo, entregó sus primeras definiciones respecto a la relación entre Argentina y Chile.

En conversación con Radio Agricultura, manifestó que las relaciones “están muy bien, lo que necesitan siempre un nuevo impulso, porque son grandes las tareas y los desafíos que tiene estos dos países afectados de distinta manera por el proceso mundial. Cada uno, con sus peculiaridades, hay que complementarse para impulsar mejor en el campo económico, científico”.

En esta línea, el embajador señaló que es “normal” que entre los dos países “haya gobiernos que no necesariamente tengan la misma orientación doctrinaria”.

“Lo importante aquí es la relación de Estado entre estos dos países. Además, nosotros tenemos muchos tratados internacionales desde el regreso a la democracia en ambos países, que fijan pautas de conducta y ofrecen oportunidades”, acotó.

En cuanto a la relación entre el mandatario electo de Argentina y el Presidente Gabriel Boric, luego que Milei lo tildara de “empobrecedor”, Viera-Gallo indicó que en los “periodos electorales, en el tira y afloja, se dicen muchas cosas del mundo nacional e internacional”.

“Después, cuando las personas asumen las responsabilidades de gobierno, ahí tiene que atenerse a la responsabilidad de conducir un país. Yo supongo que todas esas cosas quedan en el pasado y estos dos gobiernos tienen que colaborar para el beneficio de sus pueblos”, agregó.

Por otro lado, el diplomático abordó la situación de Galvarino Apablaza, quien es sindicado como el asesino de Jaime Guzmán y recalcó que desde “la época del (ex)presidente Lagos, el gobierno de Chile viene luchando para la extradición de Apablaza, y él, como está en su derecho, ha recurrido a todas las instancias judiciales para impedirlo”.

“Se le caducó la calificación de refugiado político, eso fue en el gobierno de Macri. Ahí él apeló, primero por la vía administrativa, ahí fracasó”, explicó.

En ese sentido, detalló que posteriormente “apeló por la vía judicial, ahí hay un juicio entre el gobierno argentino y Apablaza, y ese juicio terminó en una sentencia favorable a que se le quitara la calidad de refugiado. Entonces, él tiene dos instancias más, tiene la instancia de la Corte de Apelaciones de Buenos Aires y de la Corte Suprema”.

“El Estado de Chile, cualquiera que haya sido su gobierno, ha mantenido siempre una línea muy clara: Es que la sentencia de la Corte Suprema que pide la extradición se pueda cumplir”, subrayó.