Un voto le faltó a la abogada chilena Lidia Casas Becerra para ser elegida como integrante en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para el período 2024-2027.
Su nombre fue propuesto en marzo pasado por la Cancillería, bajo el mando de la exministra Antonia Urrejola.
Según consignó La Tercera, a las elecciones que se realizaron el viernes pasado postularon seis candidaturas para cuatro puestos de comisionados en el organismo, y Chile quedó en el quinto lugar. Casas es abogada de la Universidad Diego Portales y doctora en derecho de la Universidad de Ottawa, Canadá.
De esta manera, Guatemala reeligió al comisionado Stuardo Ralón con 24 votos, Guyana logró obtener un puesto para Christopher Arif Bulkan con 27, Suriname eligió a Gloria Monique de Mees con 23 y Argentina consiguió su lugar con Andrea Pochak, quien obtuvo 20 votos. Chile alcanzó 19 sufragios, mientras que Ecuador nueve, quedando ambos fuera del organismo.
La derrota no pasó desapercibida en los círculos diplomáticos, desde donde transmiten que fue un duro golpe para la política exterior feminista y el foco en materia de derechos humanos que ha relevado el gobierno como uno de los ejes de las Relaciones Exteriores de la administración del Presidente Gabriel Boric.
De hecho, la Cancillería desestimó -en julio del año pasado- apoyar la candidatura de Claudio Grossman para la Corte Internacional de La Haya, argumentando que una de las prioridades fijadas por la actual administración en política exterior es poner énfasis en los derechos humanos y que, en ese sentido, el foco era avanzar en la candidatura que Chile lanzó para integrar el Consejo de DD.HH. de las Naciones Unidas y otras postulaciones de ese tipo.
Si bien la Cancillería sí se anotó, en octubre del año pasado, el triunfo de Chile para integrar el Consejo de las Naciones Unidas, el viernes pasado no obtuvo el mismo resultado.
En el caso de estas elecciones, fuentes diplomáticas transmiten que Casas era buena candidata, por lo que apuntan a que lo que falló fue la campaña que se desplegó y las gestiones del embajador de Chile en la Organización de Estados Americanos (OEA), Sebastián Kraljevich, de la División de Derechos Humanos a cargo de Tomás Pascual y de la División de Asuntos Multilaterales encabezada por Carla Serazzi.
Entendidos en la materia dicen que la reelección de Ralón se daba por descontada, debido a que hizo una buena gestión, mientras que Guyana y Suriname tenían apoyos de la Comunidad de Países del Caribe (Caricom), ya que era primera vez que participaban compitiendo en esta instancia, mientras que Ecuador no era competitivo.
Las mismas fuentes sostienen que la única disputa real era con Argentina, con quien se perdió por tan solo un voto. Por lo tanto, apuntan a que hubo un “exceso de confianza” por inexperiencia en la materia.
Otras fuentes diplomáticas, transmiten que la “agenda conservadora” del Caribe influyó en los resultados y que, en ese sentido, se hizo una campaña potente en contra de Lidia Casas por su perfil más progresista, lo que, agregan, “le pasó la cuenta” en relación a la carta de Argentina, quien si bien tenía una agenda similar, no “era tan marcada en derechos reproductivos”.
Asimismo, si bien reconocen que la Cancillería pensó que Casas ganaría, transmiten que influyó que países caribeños actuaran en bloque.
Fuentes del Ministerio de Relaciones Exteriores reconocen el golpe que significa la derrota en la estrategia de la cartera en materia de derechos humanos, pero recalcan que se hicieron todas las gestiones posibles, en las que, incluso, se involucró el canciller Alberto van Klaveren; el embajador de Chile en Estados Unidos, Juan Gabriel Valdés, y Kraljevich.
Las mismas fuentes destacan que no era tarea de los embajadores conseguir los votos, sino de la División de Asuntos Multilaterales.
Consultados por La Tercera, en la Cancillería desdramatizaron el fracaso: “La candidata Lidia Casas obtuvo 19 de 32 votos posibles en la elección para integrar la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), lo que equivale a casi el 60% de los votos y estuvo a sólo un voto de resultar electa”, indicaron en la cartera, agregando que “la candidatura de Chile a la CIDH es una entre múltiples candidaturas que Chile proyecta en el sistema internacional, siendo competitivos en todas ellas”.
En esa línea, añadieron que “la votación en la CIDH refleja el complejo escenario internacional que enfrentan hoy los Estados en materia de candidaturas y la diversidad de miradas políticas que conviven en el espacio interamericano. Se hizo una muy buena campaña, ampliamente valorada por el ambiente nacional e internacional de los derechos humanos, por medio de un proceso participativo que servirá como proceso idóneo para elecciones futuras”.
Asimismo, la cartera sostuvo que “seguiremos siendo activos participantes del sistema Interamericano de Derechos Humanos, pues creemos que una política exterior con enfoque de derechos humanos y perspectiva de género es el reflejo de la búsqueda de mayor igualdad y justicia social necesarias en Chile y la región”.
Finalmente, destacó que, en el marco de la misma Asamblea General de la OEA, “se aprobó por aclamación, es decir, con apoyo de los 32 Estados miembros de la OEA, la resolución propuesta por Chile por los 50 años del Golpe de Estado, que rescata el valor de la democracia, los derechos humanos y la memoria”.