“Mi padre estaba tan borracho que no se entendía cómo pudo caminar cuando entró en casa con una pistola (…) Mi madre y yo estábamos en una habitación, apoyadas contra la puerta que él estaba tratando de empujar. Así nos encontrábamos, cuando él debió retroceder un paso hacia atrás y disparó tres veces atravesando la puerta. Ninguna de las balas nos alcanzó, lo cual es un milagro”, relató Theron.
Frente a esta situación, su madre Gerda Maritz decidió defenderse y le disparó. “Puso fin a la amenaza, fue en defensa propia”, remarcó.
Según precisa, su padre era “un hombre muy enfermo y alcohólico. Creo que cuanto más hablamos de estas cosas, más nos damos cuenta de que no estamos solos en este tipo de situaciones. Para mí esta historia siempre la he relacionado con lo que significa crecer con adictos y lo que eso le provoca a una persona”.
Por último, resaltó que vivir con una persona adicta “es algo que queda dentro de ti para el resto de tu vida”, y que el nivel de violencia que presenció es “algo que comparto con mucha gente” que también lo experimentó.