A cinco días del terremoto que azotó el sudeste de Turquía y noroeste de Siria, las cifras oficiales revelaron que el número de fallecidos asciende a más de 22.330 muertos y 80.700 heridos.

En Turquía, los fallecidos suman 18.991 mientras que los heridos son más de 75.000. Cerca de 12.00 edificios están completamente destruidos o gravemente dañados. En Siria, por su parte, las víctimas mortales ascienden a 3.384, en las que 2.030 son de las zonas del noroeste del país controladas por los rebeldes.

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, viajó por primera vez a las zonas afectadas por los sismos y visitó a algunos supervivientes en el hospital universitario de Alepo. Además, el jefe de Estado reconoció este viernes “deficiencias” en la respuesta ante el terremoto de magnitud 7.8, pero señaló que no era “posible prepararse para semejante desastre”, luego de que el sismo destruyera carreteras, pistas del aeropuerto, entre otros.

Sin embargo, el mandatario respondió a las críticas señalando que “nadie puede cuestionar el compromiso” del Gobierno y que el hecho de que la zona afectada fuera “tan extensa” complicó aún más el actuar. Además, anunció que el Gobierno se hará cargo de los gastos de alquiler de los ciudadanos durante un año, en caso de que no deseen quedarse en las tiendas de campaña dispuestas por el Estado.

“Mientras tanto, ofreceremos 10.000 liras turcas (unos U$S 530,92 dólares) a nuestros ciudadanos. Además, para los ciudadanos que no se alojen en tiendas de campaña, que no quieran quedarse en tiendas de campaña, nos aseguraremos de que puedan mudarse a viviendas residenciales y nosotros cubriremos su renta”, dijo.

Agregó también que, si los ciudadanos prefieren hospedarse en hoteles, “también podemos ofrecerle este alojamiento”.