“Obviamente que vamos a tratar de ser diligentes”, declaró el contralor general de la república, Jorge Bermúdez, al señalar que procedimentalmente el dictamen sobre el requerimiento presentado por parlamentarios para que la Contraloría analice la legalidad del nombramiento como embajador del hermano del Presidente, Pablo Piñera, puede demorar hasta seis meses.
Consultada por El Mercurio, la autoridad explicó que “esa presentación nosotros hoy día la estamos estudiando, y lo que corresponde ahora es que se pida un informe al Gobierno, en este caso al Ministerio Secretaría General de la Presidencia, y ellos tienen un plazo de 10 días para responder”.
Añadió que como “es una presentación parlamentaria que se denomina solicitud de pronunciamiento, y eso, efectivamente, en los plazos habituales tiene una tardanza que puede ser de hasta seis meses. Obviamente que vamos a tratar de ser diligentes”, sostuvo.
Por su parte el diputado de la UDI y miembro de la comisión de Relaciones Exteriores, Issa Kort, señaló a ese medio que esta situación “marca una pauta y el Gobierno debe tener un plan de reacción. Más que presión, se toma un tiempo que hace al Gobierno diseñar un plan paralelo desde el punto de vista político, jurídico y administrativo”.
Por su parte, el diputado comunista Daniel Núñez, uno de los que presentó el requerimiento, dijo que “si se acepta el nombramiento de Pablo Piñera, se causará un daño irreparable al principio de probidad y al combate contra la corrupción. Espero que el contralor analice con detalle la presentación que realicé y la respalde”.
El senador de RN, Francisco Chahuán (RN), manifestó que “cualquier demora en el nombramiento de un embajador y particularmente en Argentina, adiciona una complejidad adicional y estaremos a la espera de lo que resuelva el Presidente Piñera. Claramente es una complejidad adicional una demora de seis meses y la resolución que pueda provocar la Contraloría en términos de funcionamiento”.
Desde Revolución Democrática, el diputado Pablo Vidal señaló que la situación de espera ante la Contraloría “le devuelve la responsabilidad al Presidente para decir si va o no a mantener a su hermano, que fue su pecado original”.
Consultada por El Mercurio, la autoridad explicó que “esa presentación nosotros hoy día la estamos estudiando, y lo que corresponde ahora es que se pida un informe al Gobierno, en este caso al Ministerio Secretaría General de la Presidencia, y ellos tienen un plazo de 10 días para responder”.
Añadió que como “es una presentación parlamentaria que se denomina solicitud de pronunciamiento, y eso, efectivamente, en los plazos habituales tiene una tardanza que puede ser de hasta seis meses. Obviamente que vamos a tratar de ser diligentes”, sostuvo.
Por su parte el diputado de la UDI y miembro de la comisión de Relaciones Exteriores, Issa Kort, señaló a ese medio que esta situación “marca una pauta y el Gobierno debe tener un plan de reacción. Más que presión, se toma un tiempo que hace al Gobierno diseñar un plan paralelo desde el punto de vista político, jurídico y administrativo”.
Por su parte, el diputado comunista Daniel Núñez, uno de los que presentó el requerimiento, dijo que “si se acepta el nombramiento de Pablo Piñera, se causará un daño irreparable al principio de probidad y al combate contra la corrupción. Espero que el contralor analice con detalle la presentación que realicé y la respalde”.
El senador de RN, Francisco Chahuán (RN), manifestó que “cualquier demora en el nombramiento de un embajador y particularmente en Argentina, adiciona una complejidad adicional y estaremos a la espera de lo que resuelva el Presidente Piñera. Claramente es una complejidad adicional una demora de seis meses y la resolución que pueda provocar la Contraloría en términos de funcionamiento”.
Desde Revolución Democrática, el diputado Pablo Vidal señaló que la situación de espera ante la Contraloría “le devuelve la responsabilidad al Presidente para decir si va o no a mantener a su hermano, que fue su pecado original”.
